OkBaleares
Baleares

El alcalde Gimier, otra víctima de los republicanos que borra la Ley de Memoria balear que avala el PP

Al ex alcalde de Es Castell lo asesinaron en noviembre de 1936 milicianos comunistas

La Ley de Memoria Histórica obligó a retirar un monolito en su memoria porque "exaltaba el franquismo"

Gimier era alcalde de su pueblo desde antes de la II República, cuando no existía el franquismo

Sólo mereces ser considerado víctima y respetado por la Ley de Memoria Histórica que el pasado martes ratificó el PP en el Parlament balear si has sido asesinado o ejecutado por alguien relacionado con el franquismo. Si el verdugo pertenecía al otro bando, entonces no sólo caes en el olvido, sino que corres el riesgo de que la nefasta Ley de Memoria Histórica te califique como fascista. Es el caso del ex alcalde de Es Castell -antes Villacarlos- Francisco Gimier Sintes, asesinado en el año 1936 frente al cementerio por comunistas que le sacaron de su casa para acribillarle durante la Guerra Civil.

En noviembre de 1936, en plena ocupación comunista de Menorca, un pelotón de milicianos se presentó de noche en el domicilio de Francisco Gimier, que había sido alcalde desde 1924 hasta 1930 -es decir, desde antes de la II República, que comenzó en 1931-, le llevaron al cementerio y allí le ejecutaron a sangre fría después de darle previamente una brutal paliza.

Fue uno más de los cientos de menorquines asesinados por las tropas republicanas, ninguno de los cuales, por supuesto, «merece» figurar en la Ley de Memoria Histórica a la que el PP ha dado luz verde. Sólo entre el 18 y el 19 de noviembre de 1936 fueron ejecutados 75 menorquines en el cementerio y en Cala Figuera, muchos de los cuales habían estado encerrados en el barco-prisión Atlante.

Los fusilamientos se realizaron siguiendo órdenes del moldavo Yefim Gradonowski, conocido en España como Heriberto Quiñones, y que era esposo de la comunista mallorquina Aurora Picornell, fusilada en Manacor el 5 de enero de 1937 por las fuerzas nacionales.

Cuando finalizó la Guerra Civil se levantó un pequeño monolito en el cementerio de Es Castell es memoria del que fue su alcalde durante seis años. Allí se quedó hasta que en marzo de 2021, en plena pandemia, y en virtud de la aplicación de la ley 2/2012 de Memoria y Reconocimientos Democráticos de les Illes Balears, la izquierda nacionalista, liderada por la presidenta Francina Armengol, impuso su mayoría para retirar el monolito porque en la lápida se leía la frase «caído por Dios y por España» y por que en consecuencia se consideraba que «exaltaba el franquismo».

Difícilmente podía ser así, ya que Gimier fue asesinado tres años antes de que Franco llegara al poder. 

En abril de 2023 el Ayuntamiento de Es Castell descubrió una placa instalada en el cementerio, pero sin elevarlo a la categoría de víctima y, por supuesto, sin mencionar que fue asesinado durante la Guerra Civil. Él, como tantos otros, no merece ser reconocido por la Ley de Memoria Histórica porque aquí no importa ni el cómo ni el porqué, sino el quien. Así lo ha querido el PP avalando una ley sesgada y que sólo defiende a los asesinados por las tropas nacionales o por el franquismo. A los demás, mejor olvidarlos.