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Abajo el telón en Son Moix

Mi gran amigo Manuel Antich es un apasionado de la ciencia de ficción. No se pierde película del tema y se lo lee todo, lo firme o no Isaac Asimov. No le gusta mucho el fútbol, pero si lo hiciera ya habría colegido hace tiempo que lo que practica el Mallorca tiene mucho de ficción, pero nada de ciencia.

Aunque Maffeo se halle en un momento de su carrera que le aproxima más a un equipo de la Kings League, con el propio club de representante, a Arrasate no se le ocurrió otra solución que montar una banda, la diestra, con él y con el voluntarioso Mateu Jaume Morey. Más allá de que lo de Scaloni al llamarle a una convocatoria con Argentina no pasara de un despiste, la temporada del internacional por un día no inspiraba mucha confianza en la solución.

Bordalás, por mal que le caiga al público, igual que Larin, blanco de críticas que deberían compartir más de uno de sus compañeros, había estudiado al Mallorca mejor que su propio entrenador. Sabía que le cuesta mucho avanzar apenas treinta metros jugando desde atrás y dispuso a sus hombres con una primera línea de presión adelantada que atoró por completo la previsible salida, muerta en el lado de Mojica o de Mateu, siempre en desventaja en un uno contra dos, o sobre un Sergi Darder rodeado por el enemigo cual náufrago en isla desierta cercada por tiburones. El paisaje se completa con un Muriqi marcador de si mismo, Dani Rodríguez que no está para renovaciones cara a la galería o el joven Samu incapaz de discernir entre la fregona o la escoba. Aguirre lo supo antes y por eso optó por el fútbol directo, de obreros a falta de arquitectos.

El desastre se consolidó después del intermedio, pero conviene recordar que a los 2 minutos Nyom ya había estrellado un balón en el larguero y a los 9, Greif tuvo que hacer de Leo Román ante un cabezazo a bocajarro de Iglesias. Avisos que no provocaron ninguna reacción en este equipo plagado de futbolistas reivindicativos que, sin embargo, no encontrarán problemas en disfrutar de más minutos en equipos de inferior categoría.

La comedia bufa representada en el verde escenario de Son Moix, en línea con las que le gustan al máximo representante de la propiedad, el CEO Alfonso Díaz, no se estrenó en esta trigésimo séptima jornada de la competición. Fue la misma ante el Leganés, otro candidato al descenso, el Celta, el Alavés e incluso ganando, el Valladolid o el Espanyol. Quienes, a pesar de eso, han fomentado la utopía de poner un solo pie en Europa, han sido tan ciegos como una afición desencantada a la que la luz roja de las cerchas impide contrastar una realidad más amarillenta. Pero de eso no hablaremos hoy………..sino mañana.