Andalucía

Pérdida de tiempo de Podemos en una Sevilla en crisis: moción para condenar las amenazas a Iglesias

Podemos quiere que el Ayuntamiento de Sevilla, ahogado por una crisis económica y sanitaria que, entre otras cosas, está dejando a los hosteleros y comerciantes en la estacada -en la capital hispalense cierran a las 20:00-, pierda el tiempo. Y es que, tal y como ha señalado la secretaria general de Podemos Sevilla, Susana Serrano, su grupo presentará este lunes a primera hora una moción de urgencia relativa a las «amenazas» sufridas por el candidato de Unidas Podemos a la Presidencia de la Comunidad de Madrid y exvicepresidente de Derechos Sociales, Pablo Iglesias.

La iniciativa, como ha explicado la edil, propone al Pleno municipal que condene «rotundamente» las amenazas que se vienen sucediendo «cada vez con más intensidad» y plantea la necesidad de defender la democracia y seguir dando pasos para mejorarla.

En esta línea, según indica en un comunicado Adelante, «las amenazas recibidas por Iglesias y los altos cargos del Gobierno de coalición deben ser condenadas por todas las fuerzas políticas ya que no hacerlo supone refrendarlas». «Además de ser parte de una estrategia de odio y terror para condicionar a la población y cercenar su libertad de pensamiento político, las amenazas se recogen como delito en el artículo 169 del Código Penal con penas que oscilan entre uno y cinco años de cárcel», subraya.

«Las sedes de partidos progresistas de asociaciones culturales han sido atacadas retiradamente por personas de ideología neonazi»

Por último, Serrano ha recordado que la «escalada de odio que está sufriendo el país como resultado de los mensajes de odio y los bulos emanados de diferentes grupos extremistas está teniendo un impacto preocupante en la ciudad de Sevilla, donde las sedes de partidos progresistas de asociaciones culturales han sido atacadas retiradamente por personas de ideología neonazi y se han registrado ataques contra activistas vecinales y políticos que no tienen cabida en una ciudad que quiera llamarse democrática».