Un marroquí detenido 43 veces y con una vida delictiva «frenética» ingresa en prisión tras un nuevo robo
También ha sido arrestado su compinche, un mena acogido en Melilla que ha sido enviado a un reformatorio
Entre ambos habían suscitado "una importante preocupación social" entre los vecinos, dice la Policía
La Policía Nacional ha detenido en Melilla a un hombre de 33 años que ya había sido arrestado 42 veces, esta última ocasión por varios robos con fuerza en el interior de vehículos. El delincuente es un marroquí con una orden en vigor de prohibición de entrada en España. Ahora sí, un juzgado de Melilla ha ordenado su ingreso en prisión.
Junto a él ha sido detenido otro marroquí de 17 años que ha sido enviado a un reformatorio. «La frenética actividad delictiva» de ambos estaba ocasionando «una importante preocupación social» entre los vecinos de la ciudad autónoma, según ha explicado un portavoz de la Jefatura Superior de Melilla.
El pasado mes de enero, según ha detallado la Policía, se recibieron en comisaría dos denuncias por robos en el interior de vehículos, ambos perpetrados de madrugada y en la avenida Reyes Católicos, zona céntrica de Melilla.
Los agentes del Grupo de Delincuencia Urbana (GDU) se hicieron cargo de la investigación y sus pesquisas apuntaron a dos individuos que actuaron sobre las 04:30 horas y se dedicaron a romper las ventanillas de varios de los coches estacionados en la citada avenida y sus calles adyacentes, próximas al puerto.
La Policía decidió montar en la zona un dispositivo extraordinario de prevención para localizar a los sospechosos. El operativo dio sus frutos y los agentes arrestaron a los dos presuntos autores de estos robos callejeros: un adulto y un menor.
El marroquí mayor de edad se enfrentaba a su 43ª detención, todas por hechos similares: daños contra la propiedad, robos con fuerza en las cosas, amenazas graves, lesiones y robos con violencia o intimidación. Tras confirmar que también tenía prohibida la entrada en el país, la autoridad judicial competente ordenó su ingreso en prisión provisional.
El segundo detenido es un joven marroquí de 17 años residente en el Centro de Menores La Purísima, institución dedicada a la acogida y atención de menores extranjeros no acompañados (menas) llegados a la ciudad. El arrestado ha ingresado ya en el Centro de Estancia de Menores Infractores (CEMI) de Melilla, cuyo fin es la reeducación y reinserción de menores.
Sobre este último centro cabe rescatar un informe del Defensor del Pueblo tras la visita de dos de sus técnicos a esta institución en 2017. Según expuso, el reformatorio presenta «dificultades» por su contexto migratorio, ya que por aquel entonces más de la mitad de los internados eran extranjeros, principalmente de Marruecos. «Muchos de estos menores perdieron hace tiempo el contacto con sus familias, no disponen de documentación y no han estado apenas escolarizados», destacaban. El informe añadía: «Se perciben a sí mismos como en tránsito hacia la península o hacia Europa, lo que condiciona la intervención psicoterapéutica, social y reinsertiva en muchos aspectos».
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