Andalucía

Francisco Serrano deja su escaño en el Parlamento andaluz y critica los «ataques» que ha recibido de Vox

El que fuera presidente del Grupo Parlamento de Vox Francisco Serrano ha decidido abandonar su escaño en la Cámara autonómica, donde en este momento se encontraba como diputado no adscrito tras dejar la formación por la que concurrió como candidato a la Presidencia de la Junta en las elecciones autonómicas de 2018. Serrano ha criticado los «ataques» que ha recibido desde Vox desde su «éxito electoral» en esos comicios.

«Comunico que, en el día de hoy, renuncio a mi acta de diputado, al sueldo, emolumentos y demás prerrogativas inherentes al cargo, incluido el aforamiento, con el fin de poder defenderme como cualquier ciudadano ante un juzgado ordinario. Estoy cansado de tanta persecución mediática y política, incluida la del que había sido mi partido, pese a la primera versión oficial de respeto y comprensión a una decisión consensuada y que tenía por fin no perjudicar a la imagen de Vox».

Así se ha pronunciado Serrano en un escrito que ha hecho público en su cuenta en Twitter tras personarse este martes en el Parlamento para hacer oficial su renuncia al escaño. Como se recordará, decidió dejar el grupo de Vox para pasar a diputado no adscrito a principios de julio, después de que la Fiscalía Superior de Andalucía informase de que había interpuesto una querella ante el Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) contra él al atisbar indicios de un presunto delito de fraude de subvenciones con relación a la ayuda estatal recibida en 2016 por la sociedad limitada Bio Wood Niebla, de la que el exdiputado de Vox era socio.

Añade que, desde ciertos sectores de Vox, partido por el que lo dio «todo», se ha visto «atacado con tal de recuperar un acta y escaño que conseguí con esfuerzo y entrega a la esperanza, principios y valores que representaba Vox, contribuyendo, activamente, al resultado inesperado en las elecciones de 2018». «A cambio, sólo obtuve ingratitud, desdén y desprecio desde el primer momento, desde el día siguiente al del éxito electoral», apunta.

Para Serrano, unos «arriesgan, lo dan todo para defender ideales y conquistan fortalezas a costa de desangrarse, y, otros, recibiendo trato de favor y sin arriesgar nada, se aprovechan de las conquistas y brechas abiertas por los primeros en murallas, antes inexpugnables».

Francisco Serrano, que tiene una plaza de juez en Sevilla, expresa que la política ha sido «una gran decepción», y quiere dejar claro que siempre ha rechazado «el nepotismo» y ha defendido «la libertad de discrepar y, entre otros, los valores de mérito y capacidad, sin privilegiar a unos o discriminar y purgar a otros por mera conveniencia, e incluso a costa de no respetar el principio de presunción de inocencia». «Vine para intentar cambiar la política, y no pudo ser», apunta.

Asimismo, sobre su decisión de pasar a diputado no adscrito, señala que se ha dado cuenta de que «no merece la pena el esfuerzo, al ser relegado y ver vetada y restringida la posibilidad de presentar iniciativas en defensa de unos valores, con los que se identifican miles de votantes» que confiaron en él. «Entré en política para aportar y prestar un servicio, y no para servirme», señala.

«Por todo ello, desencantado, tengo que tomar la decisión de abandonar la política. Digo adiós a un periodo de mi vida que empecé con ilusión y termino con frustración y desengaño. Deseo todo bien a las personas que me han apoyado en todo momento, entre ellas a la mayoría de los compañeros de escaño, y a muchísimos afiliados y simpatizantes de Vox», según expresa Serrano, que añade que a los que han intentado hundirlo política y personalmente, les desea desearles «que reciban el pago que merecen». «Al final, todos recogemos la cosecha de la semilla que sembramos», apunta.

A partir de ahora, según explica, regresará al despacho profesional que fundó y que tuvo que abandonar por razones de incompatibilidad con el escaño, de manera que se dará de nuevo de alta como abogado ejerciente.