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Sucesos Sevilla

Así le ha salvado la vida la Guardia Civil de Carmona a un bebé asfixiado que «no reaccionaba»

El padre del recién nacido acudió desesperado al cuartel de la Benemérita en el municipio de Sevilla

La Guardia Civil de Carmona (Sevilla) salvó la vida de un bebé recién nacido en la madrugada de este 11 de marzo, hacia las 01:15 horas, en un suceso que tuvo lugar en el acuartelamiento de esta localidad. Todo comenzó cuando un padre llegó corriendo a la entrada del cuartel, visiblemente alterado, pidiendo ayuda a gritos. En sus brazos llevaba a su hijo, un lactante que no se movía ni respiraba, con la piel de un color morado que indicaba una grave falta de oxígeno. Los agentes de servicio, al escuchar el alboroto desde el interior, no dudaron en salir de inmediato para atender la emergencia.

Al llegar a la puerta, los guardias civiles constataron la situación crítica del menor. El bebé, de apenas días de vida, no mostraba signos de reacción, lo que llevó a los agentes a actuar sin perder un segundo. Uno de ellos tomó al pequeño en sus manos mientras su compañera, también de turno esa noche, se posicionó para asistirle. Con calma y precisión, aplicaron una versión de la maniobra de Heimlich adaptada específicamente para recién nacidos, una técnica que requiere cuidado extremo por la fragilidad de estos pacientes.

Tras unos instantes de tensión, el esfuerzo dio resultado: las vías respiratorias se despejaron, el bebé tosió y empezó a respirar por sí mismo. Su color volvió a la normalidad poco a poco, ante la mirada atenta de los agentes y el padre.
Con el pequeño estabilizado, los guardias lo colocaron en posición de seguridad, una postura lateral que evita riesgos adicionales mientras se espera ayuda médica.

Sin demora, contactaron con los servicios de emergencia del 061, que enviaron una ambulancia al acuartelamiento. Los sanitarios llegaron en pocos minutos, tomaron el control de la situación y revisaron al bebé a fondo. Tras el chequeo, confirmaron que el menor estaba fuera de peligro y en perfecto estado de salud, un desenlace que no habría sido posible sin la intervención inicial de los agentes.

La Guardia Civil, en una nota oficial emitida este martes, ha destacado la importancia de la rápida respuesta de los guardias de Carmona. Según el Instituto Armado, su actuación evitó una tragedia que parecía inminente cuando el padre irrumpió en el cuartel buscando auxilio. Aunque no se han revelado las causas exactas de la asfixia –podría tratarse de un atragantamiento o un problema respiratorio–, el caso pone de relieve la preparación de los agentes para reaccionar ante emergencias imprevistas, incluso en plena madrugada.

El suceso tuvo lugar en un contexto rutinario: una noche tranquila en el cuartel de Carmona, un municipio de unos 30 habitantes a 30 kilómetros de Sevilla. Los guardias civiles de servicio, que suelen atender desde infracciones de tráfico hasta incidencias menores, se encontraron de repente ante una situación de vida o muerte. No hubo sirenas ni despliegue previo, solo la alerta de un padre desesperado que encontró en el acuartelamiento una solución inmediata.