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Sánchez no logra tranquilizar a un campo que pone en alerta a las fuerzas de seguridad

El presidente ordenó el pasado viernes que todo su gobierno pasara a la ofensiva y calmase a los agricultores aunque, a día de hoy, no ha surtido efecto.

  • Joan Guirado
  • Corresponsal de Gobierno y Casa Real. Siguiendo la actividad del presidente y líder del PSOE, Pedro Sánchez, y del Rey de España. También política catalana.

«Contad con el Gobierno, contad con vuestro gobierno» espetó el pasado sábado, Pedro Sánchez, al inicio del Comité Federal del PSOE. Con estas palabras se dirigía a los agricultores españoles asegurándoles que «os vamos a ayudar». El líder socialista se quiso mimetizar con ellos recordándoles que «sois trabajadores y estamos con vosotros».

Tres días más tarde, por eso, las palabras del presidente no han surgido efecto. Los agricultores han vuelto a salir a la calle este lunes, en distintas ciudades como Badajoz o El Ejido, plantando cara a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

Las movilizaciones para reclamar mejoras en los precios que les pagan por sus productos no cesan y eso pone en alarma al Gobierno y a la policía que, pese a la desobediencia de los temporeros al cortar carreteras sin autorización, tienen orden de no cargar -por el momento- contra ellos.

En Moncloa siguen con gran preocupación las protestas del campo que empiezan a emular las de los chalecos amarillos en Francia perpetuándose en el tiempo. Eso quiere evitar Sánchez y su ejecutivo. Por ese motivo, a las reuniones que se produjeron el pasado viernes en los ministerios de Agricultura y Trabajo, este martes el vicepresidente Pablo Iglesias y la ministra Yolanda Díaz han vuelto a reunirse con ellos.

El presidente ordenó el pasado viernes que todo su gobierno pasara a la ofensiva y calmase a los agricultores. Varios ministros se reunieron con sindicatos, organizaciones agrarias y empresas de distribución. Sirvió de poco. Los campesinos continuan en pie de guerra para reivindicar la viabilidad del sector primario en España.

Sánchez, consciente que en el campo se concentra gran parte del voto socialista y progresista, quiere poner fin cuanto antes a estas protestas. Su objetivo es que el campo se calme sin obligar a actuar a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado que, según Moncloa, aún encendería más los ánimos.