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El restaurante de Madrid al que van los valencianos a comer paella: no hay otro igual

Toma nota del restaurante de Madrid donde van los valencianos a comer paella

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  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

No será necesario desplazarse hasta Valencia para comer una paella o un arroz negro digno del mejor chef alicantino, en Madrid hay un restaurante que visitan hasta los propios valencianos. La capital de España es celebre a nivel gastronómico. Todo lo que nos apetezca lo podemos encontrar en esta ciudad que tiene restaurantes con alma, dispuestos a realizar esas complejas recetas que aunque queden lejos de su origen, pueden quedar igual de maravillosas o incluso más.

La restauración es todo un arte. Se basa en recrear esos platos que tienen un origen concreto por una sencilla razón. Tienen una materia prima a su disposición que permite crear auténticas joyas. Una de las recetas más complejas del panorama nacional, es, sin duda alguna, ser capaces de crear una buena paella que se convertirá en nuestra mejor aliada de cualquier comida. Es, sin duda alguna, el arte de poder controlar un arroz que no es fácil de manejar, lo que convierte a los valencianos en los reyes de nuestra gastronomía. Lo hacen de tal forma que se han hecho un nombre, aunque en ciudades como Madrid tenemos cocineros y restaurantes que nada tienen que envidiar a estos expertos en paella.

No hay otro arroz igual

Hacer un buen arroz no siempre es fácil, sobre todo si tenemos en cuenta la complejidad de recrear un tipo de receta que se ha convertido en toda una novedad destacada. Debemos estar preparados para poder conseguir un extra de buenas sensaciones sin lugar a dudas con la ayuda de determinados cambios que son claves.

En primer lugar, la materia prima es lo que hace un buen arroz. Aunque nos sorprenderá, la paella más auténtica lleva arroz, legumbres y hasta verdura, junto con la carne. Es una receta que aprovecha todo lo de una huerta valenciana que tenía en esta forma de hacer arroz su razón de ser.

Después, debemos tener en cuenta que el caldo es uno de los elementos fundamentales. Nunca una paella con agua, sin caldo y sin, sofrito, el otro factor estrella de la temporada puede quedar de la misma forma. Lo saben los restauradores que no han dudado en dar con unas técnicas que los han convertido en los mejores. Son los expertos en la forma de cocinar que ha cambiado por completo la manera de crear grandes elementos.

Este es el restaurante de Madrid al que van los valencianos a comer paella

Hay un restaurante de Madrid que se ha convertido en un referente del arroz, los amantes de la paella o del arroz negro no dudan en ir a este lugar. Siendo todo un referente a la hora de conseguir disfrutar de un plato ante el cual, hasta el mejor cocinero valenciano se quitaría el sombrero.

Los paelleros visitan Casa Benigna, el lugar en el que se come un arroz que se presenta como: «La Patella es el recipiente en el que nuestros arroces son cocinados y servidos en la mesa. Se trata de un utensilio genuino creado, desarrollado y patentado por Norberto. Siendo el resultado final de un prolongado trabajo de investigación y desarrollo, con numerosos modelos experimentales precediendo a la versión definitiva, forma parte de esa búsqueda de la excelencia en la preparación de los arroces secos a la valenciana, nuestra especialidad.

Su diseño permite una cocción uniforme en toda su superficie; tiene una elevada capacidad térmica para mantener la comida caliente en la mesa; facilita la obtención de un socarrat extenso, uniforme y de alta calidad; ofrece las mejores garantías de salud al eliminar cualquier sabor metálico de la comida; y es, además, una sartén muy versátil para su uso en recetas variadas.

De paella a Patella… ¿o es al revés? El nombre está rescatado de su origen en latín. Se denominaba patella a un plato ancho en el que se cocinaba y se servía al centro de la mesa. Con el tiempo, la “t” se fue suavizando pasando a ser una “d” – padella o padilla – para terminar, omitiéndose del todo: paella, palabra que tiene hoy un doble uso, pues sirve también para nombrar a una receta concreta de entre todas las que en estas sartenes se cocinan».

Una manera de hacer paella revolucionaria que nació lejos de España: «La idea nació, ni más ni menos, en una cabaña en los fiordos noruegos, en la que se cocinaba según las costumbres culinarias vikingas. La cocción se controlaba gracias a una alta estructura metálica dentada que permitía colocar sartenes de considerable tamaño a la distancia deseada del fuego vivo.

Norberto llevaba tiempo reflexionando sobre el desarrollo de una cocina que permitiera juntar a muchas sartenes en un espacio relativamente reducido y tener, a la vez, control sobre el estado de cocción de cada una de ellas.

Al regreso de su viaje se puso manos a la obra, desarrollando el concepto en colaboración con unos grandes artesanos del acero inoxidable. En apenas seis meses pudo ver su idea hecha realidad y el resultado fue una cocina que doblaba en capacidad a la de una convencional de tamaño similar, y mucho más flexible a la hora de combinar sartenes de diferentes dimensiones».