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Dermatitis atópica: síntomas, tratamientos y recomendaciones para combatirla

Es importantísimo ponerle atención a nuestra piel, es el órgano más grande del cuerpo y debemos cuidarlo, observar si algo nos aparece fuera de lo común e ir al especialista a buscar un tratamiento si así fuera.

En este contexto, una de las afecciones más comunes en la piel es la dermatitis atópica, ya que su prevalencia a nivel mundial ha ascendido en los últimos 30 años y ya lo tienen entre el 15% al 30% de los niños, aunque la mayoría tendrán una dermatitis atópica de carácter leve. También, desde luego, afecta a adultos, aunque su prevalencia varía de 0,3% a 14,3%, según distintos estudios.

Pero, ¿qué síntomas tiene?

Dra. Marta Elosua, dermatóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid

La Dra. Marta Elosua, dermatóloga del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, explica que algunos de los síntomas de la dermatitis atópica es el picor, conocido como prurito. «Este picor suele ser muy intenso y limitar actividades de la vida diaria», ya que, además, apunta, «puede producir otros síntomas como escozor o incluso dolor».

Pueden darse también en la piel algunas zonas rojas con descamación en distintas partes del cuerpo que, detalla la dermatóloga, puede producir exudación, costras, fisuras o grietas. 

Pero es que, además de los síntomas, aquellas personas que sufren esta dolencia se preguntan de dónde viene y por qué se produce, así como conocer si hay tratamientos disponibles. «Es una enfermedad multifactorial, es decir, se produce por distintos factores en los que se incluye una alteración en la función barrera de la piel, un sistema inmune alterado, un componente genético e, incluso, factores ambientales», apunta la Dra. Elosua.

Atención: quizá no es sólo piel seca

En algunas ocasiones, los pacientes que tienen dermatitis atópica pueden llegar a confundir los síntomas con tener la piel seca, por ello es importante observar muy bien qué tipo de erupciones cutáneas se presentan.

En este sentido, la especialista explica que «muchas veces llamamos piel seca a lo que ya es un eccema. Y éste se presenta como unas placas o lesiones rojas en la piel con descamación y que producen picor. Si un eccema se da en unas situaciones determinadas o en unas localizaciones o en individuos con una predisposición genética podríamos estar hablando de dermatitis atópica».

Y pone un ejemplo: «Un niño de 5 años con un padre alérgico al polen y que presenta lesiones rojas descamadas en la cara anterior de los brazos o detrás de las rodillas y le pica, probablemente estemos hablando de dermatitis atópica».

Tratamientos activos y mantenimiento

Afortunadamente, la dermatitis atópica puede tratarse de diferentes formas, tal como apunta la Dra. Elosua. «Por un lado, está el tratamiento activo y, por otro lado, el de mantenimiento», detalla.

Sobre el tratamiento de mantenimiento, comenta, «consiste en todas aquellas acciones que van destinadas a mejorar la barrera de la piel o evitar desencadenantes cuando aún no hay lesiones. Es decir, cuando la piel está bien». Algunas de estas acciones, relata la dermatóloga, son «hidratarse la piel de forma diaria, evitar ropa de lana, higiene con duchas cortas y agua tibia, etc. A veces en esta fase también podemos tratar con cremas inmunomoduladoras o antiinflamatorias 2-3 días a la semana».

Y sobre el tratamiento activo, la especialista comenta que se lleva a cabo cuando ya hay presencia de lesiones. «Este tratamiento ha tenido un gran avance en los últimos años, y se espera que tenga un futuro prometedor. Se puede tratar con antiinflamatorios o inmunomoduladores tópicos u orales, inmunosupresores orales o inyectables, fototerapia, o los recientemente aprobados tratamientos biológicos y moléculas pequeñas», añade.

Algunas dudas frecuentes

¿Puedo ducharme con normalidad? «Sí, no hay ninguna contraindicación. Pero, debemos intentar que sean baños cortos con agua tibia (ni muy fría ni muy caliente), utilizar jabón de PH ácido o neutro, utilizar productos de higiene –a ser posible– sin perfumes, irritantes o alérgenos, los aceites de ducha y al salir secar la piel con suavidad y sin frotar».

Después de la ducha, apunta la Dra. Elosua, también es conveniente «aplicar la crema hidratante, siempre que no haya lesiones de eccema». 

¿Cómo afecta el sudor a la piel atópica? En muchos pacientes, explica, el sudor puede ser un irritante más y les puede producir más picor. «En ocasiones es muy útil ducharse después de haber realizado ejercicio físico, y después aplicar crema hidratante», concluye.

¿Hay que tener precaución especial con la ropa? «Esto depende de cada paciente, porque algo que le puede ir bien a uno, puede no irle bien a otro». Eso sí, la dermatóloga recomienda «usar ropa amplia (evitar ropa ajustada que pueda causar roce o irritación adicional) y de algodón, evitar la lana o tejidos ásperos y no ir demasiado abrigado. También se recomienda evitar los suavizantes y utilizar detergentes suaves sin perfumes o irritantes».

Es verano: ¿debo evitar el sol?

 Con la radicación hay que tener siempre muchísima precaución e ir protegidos siempre, aunque en este caso la Dra. Elosua, comenta que «no es necesario evitar completamente la exposición al sol en las zonas afectadas por dermatitis atópica, siguiendo siempre las recomendaciones básicas de protección solar».

De hecho, añade, «el sol en la dermatitis atópica puede tener efectos beneficiosos debido a sus propiedades antiinflamatorias e inmunomoduladoras. En ocasiones, cuando la dermatitis atópica es moderada o grave realizamos tratamiento con fototerapia, que es una técnica en la que aplicamos radiación ultravioleta B de forma controlada.

Pero, por supuesto, alerta de que «es importante tener en cuenta que la exposición excesiva o no controlada al sol puede empeorar los síntomas de la dermatitis atópica y aumentar el riesgo de daño en la piel».

¿Qué recomendaciones ofrece respecto a la protección solar en estas zonas? En este caso, la Dra. Elosua explica que «se deben evitar las horas centrales del día, utilizar ropa adecuada, sombrero, gafas de sol».

Con respecto a la crema de protección solar «suelo recomendar los fotoprotectores físicos, ya que tanto en niños como pacientes con dermatitis atópica suelen ser mejor tolerados, pero también pueden ser menos cosméticos y pacientes que prefieran otros».

Es aconsejable, además, y concluye la dermatóloga, «utilizar protectores solares formulados para pieles con dermatitis atópica que sean libres de fragancias o químicos irritantes. Les recomiendo también que sean con un índice de fotoprotección +50 y que se renueve la crema cada dos horas o con mayor frecuencia si se está sudando o en contacto con el agua».