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Reestructuración bancaria

A CaixaBank le saldrá gratis despedir a los empleados que le sobren de Bankia tras la fusión

  • Eduardo Segovia
  • Corresponsal de banca y empresas. Doctor y Master en Información Económica. Pasó por El Confidencial y dirigió Bolsamanía. Autor de ‘De los Borbones a los Botines’.

Si las negociaciones de fusión entre CaixaBank y Bankia, adelantadas en primicia por OKDIARIO este jueves, finalmente fructifican -como todo indica-, a la entidad catalana le saldrán gratis los miles de despidos que acometerá en Bankia, ya que contará con un regalo contable de más de 7.000 millones para sufragar su coste.

Este regalo proviene de lo que se conoce como fondo de comercio negativo (badwill), que se genera cuando se compra una empresa por debajo de su valor contable. Es el caso de Bankia, cuya valoración, a pesar del subidón del viernes en bolsa y por mucha prima que pague CaixaBank en el canje, estará muy por debajo de su valor en libros (casi toda la banca española cotiza por debajo de ese valor).

La diferencia entre el precio pagado y el valor en libros se contabiliza como un ingreso en la cuenta de resultados, que se puede utilizar para incrementar el beneficio o -más habitualmente- para pagar los gastos de reestructuración y para sanear los créditos que entrarán en mora con la crisis del covid.

Aunque hace falta conocer la valoración de Bankia para el canje, Jefferies estima que el badwill alcanzará 7.200 millones netos. Se trata de un ingreso meramente contable -no entra dinero realmente en caja- pero que se puede utilizar para pagar los despidos y cierres de oficinas, que le saldrán gratis de esta forma.

Como en todas las fusiones, en esta se persigue obtener unas sinergias (ahorros de costes) que las distintas casas de análisis sitúan entre 540 y más de 700 millones al año. Y para lograrlas, el principal medio son los ahorros de costes, es decir, cierre de oficinas y servicios centrales duplicados, con los consiguientes despidos que podrían llegar a 15.000, según algunas fuentes.

Esos despidos deben pagarse de golpe, normalmente mediante un ERE, que es para lo que se utilizará el fondo de comercio negativo. Su coste puede alcanzar unos 3.000 millones, que se cubrirán de sobra con los 7.200 citados ( es decir, aunque el badwill finalmente sea inferior, será suficiente para que los despidos le salgan gratis).

Bankia asumirá el grueso de los despidos al ser más baratos

A este respecto, fuentes cercanas a la operación explican que la mayoría de los despidos corresponderá a Bankia. Es lo normal en las integraciones que el grueso de la reducción  de plantilla se acometa en la entidad absorbida, pero en este caso, además, hay una cuestión de costes muy relevante: mientras despedir a un empleado de CaixaBank tiene un coste medio de casi 300.000 euros, hacer lo mismo con uno de Bankia no llega a 200.000, según las fuentes.

Por otro lado, como también ha informado OKDIARIO, el BCE va a permitir que estos gastos no se carguen en las cuentas de golpe como hasta ahora, sino que se repartan hasta en cinco años. Esto significa que, además de salirle gratis, los despidos permitirán a CaixaBank incrementar su beneficio el primer año, ya que no tendrá que restarse del resultado todo el dinero que consuma de este fondo de comercio negativo, sino solo una parte. No obstante, lo más probable es que guarde esa cantidad en una provisión que irá gastando en los años siguientes.

El badwill, un viejo conocido de la banca española

En la mayoría de las adquisiciones en la crisis financiera, sobre todo de cajas de ahorros quebradas, se generó este fondo de comercio negativo. Antes de la crisis, lo normal era pagar por encima del valor contable, lo que generaba fondo de comercio positivo o goodwill, que se considera una pérdida y debe amortizarse.

En la mayoría de los casos, ese badwill se utilizó para cubrir los costes de reestructuración y acometer los importantes saneamientos que requerían estas entidades, como en el caso de Sabadell con CAM o de BBVA con CatalunyaCaixa y Unnim. Aunque también hubo quien se lo apuntó directamente como beneficio para incrementar sus ganancias, como Santander con Popular o, sobre todo, Banesco con Novacaixagalicia (hoy Abanca), lo que le permitió dar un beneficio el primer año superior al de BBVA.