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Turismo interior

Ni Cádiz ni Valencia: La CNN recomienda esta región española porque «no está saturada de turistas»

El turismo es uno de los motores de la economía nacional. Representa más del 12% del PIB y genera millones de empleos directos e indirectos. Sin embargo, la concentración de visitantes en determinadas áreas dio lugar a conflictos, como en Cataluña. De esta manera, es difícil imaginarse en una región española que no haya sido convertida en auténtico escaparate.

Según la Oficina Española de Turismo en Londres, más del 80% de los visitantes internacionales se concentran en las islas y en la costa mediterránea durante los meses de verano. Esa presión estacional derivó en la búsqueda de nuevas fórmulas para diversificar los destinos y repartir mejor los flujos. En este marco, se empieza a recomendar una región que pocos tienen en cuenta.

¿Cuál es la región española que recomienda la CNN por estar exenta de turismo masivo?

La cadena CNN resaltó la Costa Verde, situada en Asturias, como una de las áreas con mayor potencial dentro de la estrategia de diversificación turística. Como dato de color, este litoral de 345 kilómetros en el mar Cantábrico fue reconocido oficialmente en 1969 como denominación geoturística bajo el nombre de «Asturias, Costa Verde».

El atractivo principal de esta región española radica en su equilibrio entre mar y montaña. Los acantilados, las playas abiertas y las calas escondidas conviven con valles interiores y con la proximidad de los Picos de Europa.

El Cabo de Peñas, declarado paisaje protegido, constituye el punto más septentrional de la comunidad autónoma y ofrece vistas espectaculares.

Entre las playas más conocidas figuran San Lorenzo, en Gijón; Rodiles, en Villaviciosa; o Torimbia, en Llanes. También destaca la singular Playa de Gulpiyuri, declarada monumento natural, al ser una playa interior sin salida directa al mar.

Cantabria, vecina y complementaria

La recomendación internacional no se limita a Asturias. Cantabria también se presenta como parte del recorrido de esta región española del norte. Su costa combina playas kilométricas, pueblos pesqueros y una geografía marcada por la presencia de rías. Santander, su capital, es un ejemplo de ciudad con fuerte identidad marítima que además ofrece una amplia oferta cultural.

Los contrastes de esta comunidad permiten transitar de entornos urbanos a espacios naturales en pocos kilómetros. Cantabria cuenta con 37 áreas protegidas y con enclaves como las cuevas de Altamira, Patrimonio de la Humanidad. Santillana del Mar o Comillas figuran entre sus pueblos más visitados, conocidos por su arquitectura histórica y sus paisajes.

Así es el turismo sostenible en una región española distinta al resto

La apuesta por la Costa Verde se enmarca en una estrategia nacional que busca impulsar un modelo más sostenible, tanto en términos sociales como ambientales. La diversificación de destinos, el fomento del turismo rural y la creación de rutas alternativas al Camino de Santiago son algunos ejemplos.

En Galicia, por ejemplo, los Senderos Azules se han ampliado recientemente, ofreciendo a los excursionistas recorridos menos transitados. Este tipo de iniciativas buscan descentralizar la afluencia de visitantes y generar un impacto económico en zonas rurales.

La región española del norte ofrece, además, productos gastronómicos que refuerzan su identidad. La sidra asturiana, los quesos artesanales y los percebes recolectados en las rocas forman parte de una oferta culinaria que atrae tanto a viajeros nacionales como internacionales.

Actividades y naturaleza en la Costa Verde

Las posibilidades recreativas en este tramo del litoral cantábrico son amplias. El surf y el windsurf encuentran aquí escenarios privilegiados, como Tapia de Casariego. El senderismo y el ciclismo por los valles interiores y las montañas completan una lista de actividades al aire libre que se ajustan a distintos perfiles.

La fauna también es un atractivo en esta región española. En áreas protegidas como la Reserva del Saja-Besaya (ya en Cantabria) o los Picos de Europa, aún pueden avistarse especies emblemáticas como el lobo ibérico o el águila real.

En los ríos, el salmón y la trucha continúan siendo habituales, lo que convierte la pesca deportiva en otra opción destacada.

La tradición marinera, las fiestas locales y la conservación de un entorno menos transformado por la presión turística convierten a esta franja del norte en un ejemplo del cambio que se persigue en el modelo nacional. Así, frente a la concentración en destinos como Cádiz o Valencia, la Costa Verde aparece en el mapa internacional como una región española todavía no saturada.