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La escapada perfecta si no puedes irte de vacaciones: las piscinas naturales más impresionantes de Madrid

  • Janire Manzanas
  • Graduada en Marketing y experta en Marketing Digital. Redactora en OK Diario. Experta en curiosidades, mascotas, consumo y Lotería de Navidad.

Esta semana, clima en la Comunidad de Madrid, tanto en la capital como en los pueblos, ha sido atípico debido a una DANA, manteniendo temperaturas más frescas de lo habitual para esta época del año. A pesar de esto, el verano promete calor intenso en la capital. Para aquellos que no pueden escaparse, las piscinas municipales o las de amigos son una opción refrescante. No obstante, Madrid también ofrece opciones naturales como piscinas formadas por arroyos, ríos y lagunas, ideales para disfrutar de un día en la naturaleza y refrescarse durante los meses de verano.

Una excelente opción son las pozas de Berrueco. Situadas en la Sierra Norte de Madrid, estas piscinas naturales están rodeadas de exuberante vegetación. El entorno destaca claramente como una de las mejores pozas naturales de Madrid, ofreciendo belleza natural y aguas frescas, características que comparten con otros ríos de la sierra madrileña. La zona es de acceso libre y aún no muy concurrida, aunque tiene pocos servicios, la mayoría disponibles en el cercano pueblo de Puebla de la Sierra. También merecen la pena las piscinas naturales de Cercedilla, ubicadas en la Sierra de Guadarrama, a unos 1.400 metros de altitud. Inauguradas en 1978, el agua proviene de arroyos locales tratados para el baño. Ofrecen un amplio abanico de servicios merenderos, vestuarios, duchas, aseos, bar y enfermería, además de una zona inclinada de césped para tomar el sol. Para facilitar el acceso, el Ayuntamiento de Cercedilla proporciona servicios gratuitos de autobús desde el casco urbano durante la época estival.

Rascafría

Rascafría, situada en el noroeste de la Comunidad de Madrid y enmarcada por el Valle de Lozoya, es conocida por su serenidad y belleza. Su casco urbano alberga la iglesia parroquial de San Andrés Apóstol, construida en el siglo XV y restaurada en el XX, destacando por sus bóvedas góticas y un artesonado del siglo XVI en la nave central. Pero el principal atractivo de Rascafría es el Monasterio de El Paular, fundado en el siglo XIV a dos kilómetros del pueblo. El monasterio exhibe una notable diversidad arquitectónica, desde el gótico hasta el barroco, destacándose la iglesia, el claustro y el patio del Ave María, con una impresionante portada de piedra creada por Gil de Hontañón.

Monasterio de El Paular

Rascafría, fundada en la Edad Media por pobladores de Segovia y vinculada al sexmo de Lozoya hasta 1833, tuvo una economía ligada estrechamente a la cartuja de Nuestra Señora de El Paular desde su establecimiento en 1390. El monasterio, respaldado por los reyes castellanos, ha sido el monumento más emblemático de Rascafría. Su iglesia, claustro y hospedería son accesibles para los visitantes, que también pueden disfrutar de los paisajes del río Lozoya.

Habitado aún por benedictinos tras seis siglos, el monasterio es famoso por el puente del Perdón del siglo XVIII y sus leyendas inquisitoriales. El Antiguo Molino de papel de los Batanes, donde se produjo el papel para la primera edición de Don Quijote, es otro atractivo destacado. Las calles del casco histórico conducen a la parroquia de San Andrés Apóstol, del siglo XV, con una arquitectura que mezcla estilos góticos, renacentistas, barrocos y contemporáneos, albergando piezas artísticas de la cartuja de El Paular.

Las Presillas

Rascafría no sólo destaca por su rico patrimonio histórico y cultural, sino también por las impresionantes piscinas naturales conocidas como Las Presillas, formadas por el río Lozoya. Estas tres pozas naturales son perfectas para refrescarse en verano y disfrutar de un día de pcnic en un entorno natural. Su accesibilidad es notable, estando cerca de Rascafría y bien conectadas por carretera desde Madrid, aunque el acceso en coche tiene una tarifa de 9 €. Las instalaciones alrededor de las piscinas están diseñadas para ofrecer comodidad a los visitantes sin perturbar el paisaje natural, con amplias zonas verdes, césped, mesas, bancos y sombrillas disponibles.

Piscinas naturales en Madrid

En Estremera, la playa fluvial de Los Villares ofrece un oasis natural con tres pozas naturales alimentadas por el río Lozoya. Es un destino perfecto para disfrutar de actividades acuáticas como kayak e hidrospeed, además de contar con instalaciones para tirolina, tiro con arco y paintball, ideal para pasar un día activo en familia o con amigos.

En Buitrago de Lozoya, la piscina de Riosequillo destaca como la más grande de España, con 4.500 metros cuadrados de extensión y capacidad para más de 2.300 personas. Rodeada de un entorno natural privilegiado, ofrece tres piscinas supervisadas por socorristas, incluyendo áreas separadas para niños y adultos, garantizando un día refrescante en plena naturaleza.

El Pantano de San Juan, situado al suroeste de Madrid, es un embalse con 14 kilómetros de «costa», conocido por su playa Virgen de la Nueva, galardonada con la bandera azul. Ideal para familias y amantes del agua, ofrece diversas opciones de restaurantes y merenderos en sus orillas, así como la tranquilidad de la Lancha del Yelmo, con calas escondidas y riscos para escaladores.