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Desde la victoria de Trump la venta de estos alojamientos ha aumentado un 700%

Un bunker de lujo para los millonarios que quieran refugiarse del fin del mundo

El Apocalipsis, esa idea de destrucción absoluta que ronda por la cabeza de todos al menos una vez en la vida. El día del juicio final se enmarca como un tema constante para algunos, por eso existen proyectos como el de Vivos, una empresa que construye búnkeres de lujo para todos aquellos que quieran salvarse cualquier catástrofe a nivel mundial. Este nuevo proyecto de Vivo ha supuesto la creación de una localidad en la que el búnker de lujo es el alojamiento predeterminado.

Un refugio con aspecto de suite

Estamos acostumbrados a relacionar la palabra búnker con un espacio oscuro y sin muchos lujos. Un lugar incómodo pero seguro en el que lo fundamental es, como su propio nombre indica, refugiarte de cualquier peligro. Pero parece ser que este concepto está cambiando, al menos para Vivo, una empresa cuyo objetivo es construir búnkeres que incorpore todos las características de una suite de lujo.

Interior del búnker

Y es que estos curiosas fortificaciones disponen además de todo lo necesario para repeler cualquier tipo de problema: sistemas de filtración de aire, resistentes muros de hormigón, túneles subterráneos y una localización más que idónea. Asimismo, en el interior de este pequeño “pueblo” habrá teatro comunitario, clínica médica, spa y hasta un gimnasio. Eso sí, para disfrutar de la máxima en seguridad tendrás que viajar hasta Dakota del Sur (Estados Unidos), más concretamente hasta una pequeña localidad de 575 búnkers militares construidos en antiguos depósitos de municiones del Ejército Norteamericano.

La seguridad tiene un precio

Esta fusión de confort y seguridad en la que poder olvidarte del mundo exterior no es algo disponible para todos los bolsillos. Más que nada porque para poder obtener en propiedad alguno de estos lujosos alojamientos tendrás que desembolsar la cantidad mínima de 25.000 dólares y un máximo de 200.000, dependiendo de las comodidades. Pero a pesar de estos desorbitados precios, las ventas de estos habitáculos se han incrementado un 300% desde la llegada de Donald Trump al poder por el temor a hacer frente a una posible III Guerra Mundial.

Lo que está claro es que este tipo de edificios se están haciendo cada vez más más habituales entre las empresas de construcción. “El búnker de tu padre o tu abuelo no era demasiado cómodo” declara Robert Vicino, alto cargo y CEO de Vivos, una idea que ha cambiado con el paso del tiempo y que nos pinta un futuro cuanto menos optimista. Aunque ya se sabe que con estas cosas siempre se tiende a exagerar más de lo habitual.