¿Qué ver en Biarritz? Descubre los encantos de la zona costera de moda

Biarritz se ha convertido en uno de los destinos tendencia de este verano. Un destino situado en la región de Aquitania (Sudoeste de Francia) que ha acaparado todos los focos gracias a sus preciosas playas y a un ambiente surfero conquista a turistas de todo el mundo. Un lugar en el que los balnerarios, los hoteles de lujo y los restaurantes más tradicionales conviven de forma armoniosa con la comida callejera, los mercadillos y las rutas naturales. Biarritz es un lugar en el que encontrar todo lo que te propongas para pasar unas vacaciones inolvidables.

Las casas de veraneo y los apartamentos de alquiler son dos de los rasgos más destacados para el alojamiento de los miles de turistas que acuden en masa a la localidad francesa. Un pueblo ballenero que se ha convertido en toda una tendencia a nivel mundial del que te contamos las características, playas, restaurantes y enclaves más destacados.

Playas destacadas

La Playa de Miramar se enmarca como una de las más transitadas por los turistas en Biarritz. Un paraje natural situado entre el faro y el Hotel du Palais en la que no tendrás que preocuparte por esquivar surferos, ya que suele ser una playa de oleaje tranquilo. Sin embargo la Playa de la Côte des Basques se enmarca como el litoral principal para aquellos surferos en busca de grandes aventuras. Un destino rodeado por una enorme estructura de acantilados donde poder encontrar las olas más altas de toda la zona.

En un lugar destacado nos encontramos con la Playa Grande, un litoral tan popular para los turistas como para los habitantes de la ciudad. Una zona con una gran cantidad de bares y restaurantes presididos por una zona comercial que nada tiene que envidiar a los grandes núcleos de población. Sin duda, una playa perfecta para una escapada con la familia. Sin olvidarnos de la playa de Port Vieux, una de las calas más pequeñas de la zona pero, a su vez, una de las más hermosas. Situada cerca del centro de Biarritz  y frecuentada por mucha menos gente que las que hemos mencionado anteriormente.

Lugares con un toque diferente

El Faro de Biarritz se enmarca como una de las paradas obligatorias de esta conocida localidad. Una construcción que data de 1834 que se caracteriza por una altura de 74 metros y una belleza sin precedentes. Eso sí, para poder apreciar los paisajes que pueden verse desde lo alto tendrás que coger fuerzas para subir los 248 escalones que separan el suelo del torreón.

Y no hay mejor forma de reponer fuerzas después de tal ejercicio físico que alimentarse bien. Por eso es necesario que pases por el famosos mercado de Halles. Un lugar con más de un siglo de antigüedad en el que poder disfrutar de los mejores productos locales de la zona. La gastronomía tradicional vasca y la especialidad culinaria francesa se fusionan en una zona de la que es sencillo salir con varios kilos de más.

Cultura a raudales

La cultura arquitectónica es otra de las bases de la zona de Biarritz. Un destino que cuenta con monumentos tan espectaculares como la Capilla Imperial o la Iglesia Ortodoxa. La primera de ella se erigió en 1864 y se define como la capilla privada de Napoleón III y Eugenia de Montijo. Un enclave situado muy cerca del centro en el que la mezcla de estilos arquitectónicos representa su cualidad más destacada. Si hablamos de la Iglesia Ortodoxa estaremos refiriéndonos a una monumental construcción dedicada a Saint Alexander Nevski que fue levantada en el centro de Biarritz a finales del siglo XIX. La cúpula azul y los numerosos iconos religiosos con origen ruso son algunos de sus rasgos más destacados.

Pero si lo que quieres es pasar un buen rato mientras aprendes sobre los valores de la cultura francesa, lo mejor es que asistas al Museo del Mar Aquarium de Biarritz. Un lugar en el que poder observar los estanques más grandes de Francia y donde poder conocer toda la flora y fauna de cada uno de los océanos de nuestro mundo.