Toros

Feria de Bayona: Juan Leal triunfa cortando tres orejas mientras El Juli se lleva dos

Los diestros Julián López «El Juli» y Juan Leal pusieron hoy el broche triunfal a la Feria del Atlántico de la ciudad francesa de Bayona tras cortar dos y tres orejas, respectivamente, en una tarde en la que Paco Ureña se fue de vacío.

Lo más rotundo de la tarde fue la faena del Juli al buen cuarto, u toro con los seis años recién cumplidos y que embistió con mucha transmisión por el derecho, por donde el madrileño lo cuajó con series muy macizas de muletazos templados, por abajo y de largo trazo en una faena compactada y abrochada con una fulminante estocada, lo que le valió para cortar las dos orejas.

Y la espada fue, precisamente, la que privó al Juli de tocar pelo en el primero, un toro noble y que se dejó sin más, y al que pasó por los dos pitones con mucha suficiencia. Pero dos pinchazos previos al espadazo final dejó todo en una ovación.

El otro triunfador de la tarde fue el francés Juan Leal, que cuajó dos faenas de un corte muy similar y muy características de su personal tauromaquia basada en el toreo de cercanías y alardes de todo tipo que suelen conectar, y mucho, con los tendidos de las plazas más benévolas.

Porque el caso es que a sus manos fueron a parar los dos toros más completos y que, quizás, con más sitio, con otro tipo de planteamiento hubieran brillado más. Pero el balance de tres orejas (una y dos) fue incontestable y le sirvió para salir a hombros con el Juli, que, ya está dicho, hizo lo mejor de la función.

Paco Ureña, por su parte, anduvo con intermitencias ante un segundo que se movió sin clase, y con el que alternó muletazos de buena firma con otros más tropezados. Y nada pudo hacer el de Lorca con el quinto muy descastado que se negó a embestir.

FICHA DEL FESTEJO

Seis toros de Garcigrande, bien presentados y, salvo el descastado quinto, de buen juego en líneas generales, especialmente el sexto, un gran toro.

Julián López «El Juli», ovación tras aviso y dos orejas.

Paco Ureña, ovación tras aviso y silencio.

Juan Leal, oreja y dos orejas.

La plaza registró lleno de «no hay billetes» dentro del aforo permitido.