Antonio Ferrera corta una oreja en la tarde de apertura de la temporada de Las Ventas
El diestro extremeño Antonio Ferrera, tras una faena dominada por su buen oficio, cortó este Domingo de Ramos la primera oreja de la temporada en Las Ventas, en un festejo de apertura que contó con una nutrida asistencia de público, cubriéndose más de dos tercios del aforo de la Monumental.
Gran parte de esos espectadores acudieron al anuncio de los toros onubenses de los herederos de Celestino Cuadri, hierro de marcado carácter torista y que soltó al ruedo madrileño una corrida con sobrado trapío, pero dispar en cuanto a volúmenes y cuajo, y cuyo juego acabó siendo decepcionante por la falta generalizada de un mayor fondo de raza.
La mejor forma de sacar algo de partido a estos apagados cuadris, pues tampoco sacaron excesivos problemas, fue la de aplicar un hábil oficio lidiador, como el que mostró un torero de la veteranía de Ferrera, que ya lo intentó así y sin apenas éxito con un primero sin raza alguna al que mató mal.
Pero fue con el cuarto, un toro basto de 670 kilos, con el que el de Badajoz encontró los resquicios no solo para manejarse con soltura, sino también para ir dándole un mínimo de celo tras una muleta que manejó con habilidad, retrasando y abriendo los embroques para lograr incluso ligar los pases.
Fue por eso lo que gran parte del público quiso agradecer ese mínimo lucimiento con ese trofeo que, en cambio, protestó otra minoría por la defectuosa colocación de la estocada con que lo tumbó con rapidez.
La terna, siempre a petición de los aficionados toristas, buscó lucir a la corrida en el tercio de varas, donde los cuadris se lucieron más en las arrancadas que a la hora de empujar bajo un peto donde dejaron casi todo su fondo, llegando al último tercio prácticamente vacíos.
Y así sucedió que Octavio Chacón se encontró con un segundo muy desfondado, que apenas se movió, y con un quinto que no humilló, pero con el que el gaditano tampoco acabó de confiarse.
Gómez del Pilar, por su parte, apenas pudo sacarle medios pases al tercero, un toro muy suelto de carnes pero con una aparatosa cuerna, y no quiso complicarse demasiado con el muy serio sobrero de Saltillo, otro cinqueño con el que este Domingo de Ramos, se cerró la primera sesión de la temporada madrileña.
Ficha del festejo
Cinco toros de Celestino Cuadri, cinqueños en su mayoría, dispares de volúmenes, cuajo y cabezas, con tres muy por encima de los 600 kilos y otros más bajos y vareados de carnes. En conjunto, corrida de escaso fondo de raza y que se empleó poco en los engaños. El sexto, devuelto por falta de fuerzas, fue sustituido por un sobrero de Saltillo, también cinqueño y de muy serio trapío, reservón y con problemas.
Antonio Ferrera, de blanco y oro: pinchazo, estocada atravesada que asoma y seis descabellos (silencio tras aviso); estocada caída (oreja tras aviso).
Octavio Chacón, de azul noche y oro con remates negros: estocada perpendicular desprendida y dos descabellos (silencio); pinchazo hondo y estocada delantera (silencio).
Gómez del Pilar, de grosella y oro: pinchazo, estocada delantera tendida y descabello (silencio tras aviso); estocada desprendida (silencio).
Entre las cuadrillas, destacaron los buenos pares de banderillas, por los que saludaron Ángel Otero, Miguelín Murillo y Fernando Sánchez, éste en dos ocasiones.
Primer festejo de la temporada en Las Ventas, con dos tercios del aforo cubiertos (unos 16.000 espectadores), en tarde ventosa y fresca.