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Instagram: Marta López Álamo una mujer hecha a sí misma

Las fotos de la mis y novia de Kiko Matamoros hablan por sí mismas. La joven de 22 años se está labrando un futuro como modelo e influencer.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Las fotos de la mis y novia de Kiko Matamoros hablan por sí mismas. La joven de 22 años se está labrando un futuro como modelo e influencer de una forma que no termina de convencer. A pesar de su corta edad los retoques estéticos de Marta han hecho que parezca mucho mayor. La diferencia de edad con su novio hace que esta idea de retocarse hasta la máxima expresión no sea para nada necesaria. Además, de que ella misma se dedicaba al modelaje antes de conocerlo, gracias a su belleza natural que nada tenía que ver con la actual.

Los retoques de Marta López le pasan factura

La belleza de Marta López es innegable, aunque en algunas fotos todo lo que se ha hecho para llamar la atención, especialmente en la zona de los labios se ve demasiado exagerado. Los roteques digitales tampoco ayudan a ver a la modelo de la forma natural, al contrario, exageran esas zonas que ya han sido retocadas.

Marta se dedica a recomendar tratamientos y estilos, pero eso la lleva a estar siempre en el ojo del huracán. Con una camisa blanca y poco más, aparece para destacar su belleza sin nada, no lleva maquillaje apenas, pero igualmente acaba llamando demasiado la atención. Algunos de sus seguidores dicen que: “A mí me dices que tiene 35 y me lo creo” o “Andaaa hija!! que no estás operada..tu” son el pan de cada día de esta joven veinteañera que se gana la vida con su belleza.

La realidad en la rutina diaria de Marta López son unos cuidados extremos y una lucha para conseguir estar en lo más alto de su carrera. No quiere que su vida personal condicione el aspecto profesional en el que quiere destacar. Con los retoques físicos ha conseguido llamar la atención, ahora solo tiene que continuar por ese camino, aunque sin retoques digitales que exageren aún más esa capacidad de hacerse a sí misma.