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Facebook: Una mujer es acosada por unos monos hambrientos

Una visita a un refugio de monos se convierte en una pesadilla para una mujer que solo quería alimentarlos. Las imágenes de este vídeo han dado la vuelta al mundo.

  • Gemma Meca
  • Licenciada en Historia, máster en Periodismo y Comunicación Digital. Redactora en Ok Diario. Cuento historias, soy amante de los astros, sigo a la luna, los TT de Twitter y las tendencias en moda. Experta en noticias de consumo, lifestyle, recetas y Lotería de Navidad.

Visitar un refugio de animales abandonados puede tener sus peligros. Estamos acostumbrados a colaborar en algunas organizaciones sin ánimo de lucro que tienen en los animales domésticos su razón de ser. En este caso, no son perros ni gatos, son monos que se reproducen en Khao Nor, un templo tailandés muy famoso. Estos mamíferos se reproducen a gran velocidad y en determinadas zonas del mundo ocasionan algunos problemas. Este refugio es un lugar de encuentro de monos abandonados que sobreviven a base de la ayuda de los amantes de estos animales. Poco podía prever esta mujer que un gesto son común como llevarles algo de comer, sería tan polémico.

Unas migas de pan se convierten en un infierno

Una turista que llegó a Tailandia con la idea de visitar uno de los refugios de monos más importantes del país vivió una auténtica pesadilla. La mujer llevó unas migas de pan pensando que alimentar a monos que hay cerca del templo sería una actividad de lo más relajante. La realidad la sorprendido de forma negativa.

Las imágenes de este vídeo son realmente sobrecogedoras. La mujer intenta darles de comer a una serie de monos que parece que son plenamente conscientes de lo que está pasando. La competición por ser el primero en alimentarse o en obtener toda la comida posible los lleva a intentar acosar a la turista. La mujer no podía esperarse que tal cantidad de monos llegará de repente hasta su lado.

Un cuidador del templo se ve obligado a intervenir para acabar con el acoso de los monos. La bolsa de migas de pan se queda en nada, rodeada de decenas de animales hambrientos que esperan a los turistas para poder comer. Seguro que la mujer no volverá a intentar alimentar a ningún animal callejero en vista del susto que se ha llevado con estos monos.