Tecnología
El gobierno quiere hacer de Singapur la ciudad estado más avanzada en tecnología y apoya el despliegue de los vehículos autoconducidos de la compañía NuTonomy

Singapur estrena los primeros taxis sin conductor

Hace un par de días veíamos con asombro como Uber anunciaba sus primeras pruebas de vehículos autoconducidos que comenzarían a circular por la ciudad de Pittsburgh el próximo mes. Pues bien, a Uber se le ha adelantado una pequeña compañía llamada NuTonomy, con sólo tres años de vida y que ha surgido del MIT, que ya está probando en Singapur el primer servicio de taxis autónomos del mundo. La ventaja que tiene NuTonomy con respecto a Uber o Google es que tiene un apoyo muy decidido del gobierno de Singapur que quiere convertir esta ciudad estado en el lugar más avanzado del mundo. Este apoyo no sólo consiste en permitir llevar a cabo estas pruebas y a la hora de aprobar todo tipo de regulaciones, sino que efectivamente está colaborando en su financiación. Y es que un gobierno sin oposición, que lleva más de 50 años al mando, y plenamente decidido a hacer que funcione un proyecto de este tipo puede ser muy efectivo, mientras que en países más democráticos es más complicado hacer avanzar regulaciones que pueden implicar vidas humanas. En cualquier caso, NuTonomy ya tiene luz verde y su servicio funciona en una pequeña área de negocios de Singapur que cubre unos 2,5 kilómetros cuadrados.

Los coches de NuTonomy son eléctricos y en esta fase están utilizando dos modelos distintos, el Renault Zoe y el Mitsubishi i-MiEV, con tan sólo unos pocos vehículos. Los viajes serán gratuitos, como los de Uber, en esta fase de pruebas, y dentro del coche irá un ingeniero de la marca que vigilará el funcionamiento del vehículo y analizará su comportamiento. La compañía espera tener una completa flota de vehículos autónomos en 2018 y la idea es que sirvan como complemento para los taxis y el transporte público convencional, por ejemplo durante la noche cuando no hay otras alternativas.

Según los creadores del vehículo, sus sistemas de conducción usan una lógica distinta a las de otros coches autónomos. Así, aunque tienen escáneres y cámaras como para entender su entorno, su software se rige por una serie de reglas que se ordenan en una jerarquía, como, por ejemplo, mantener la velocidad que llevan los coches de alrededor o mantenerse en su carril. Sus creadores aseguran que es es más seguro que un conductor humano porque nunca se distrae y reacciona más rápido. Sin embargo, quienes han probado el vehículo señalan que es todavía brusco en algunas maniobras, un aspecto en el que los desarrolladores admiten necesitan trabajar para hacer su conducción más cómoda.

Está claro que la tecnología de los vehículos autónomos está alcanzando el nivel de madurez necesario para que empecemos a ver cómo se despliegan en lugares concretos como pequeños barrios residenciales, instalaciones como aeropuertos, ciudades empresariales y en general en situaciones en las que las circunstancias están más o menos controladas. Gigantes como Ford han anunciado ya sus pruebas de vehículos autónomos que se fabricarán a gran escala en 2021 y su objetivo principal serán las flotas de vehículos para transporte colectivo.