Suscripciones digitales

¿Demasiadas suscripciones digitales? Es hora de hacer balance

La factura anual de tus suscripciones puede sorprenderte

Netflix frena el crecimiento de suscriptores y sus acciones de desploman casi un 10% en el parqué
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Nacho Grosso
  • Nacho Grosso
  • Cádiz (1973) Redactor y editor especializado en tecnología. Escribiendo profesionalmente desde 2017 para medios de difusión y blogs en español.

Los hábitos de los consumidores han dado un cambio desde la llegada del internet de las cosas. Usamos dispositivos móviles con conexión a  internet a alta velocidad, y hemos dejado de comprar CD’s y DVD’s para tenerlos a nuestra disposición en formato digital. Pero gestionar las suscripciones digitales te permitirá saber por dónde se va tu dinero, quizás tengas más de las que necesitas.

¿Qué es una suscripción digital?

Es la obtención de un servicio digital por el que se paga una cantidad, ya sea mensual, semestral o anual. Existen suscripciones digitales de muchos tipos, desde aquellas dedicadas al cine y las series, como Netflix, HBO, Filmin o Amazon Prime Video, a las de software como Microsoft Office a música, Spotify o Deezer. La lista es muy numerosa, incluye servicios de prensa, y suponen una forma cómoda de obtener un servicio directamente en nuestro dispositivo.

La tendencia a decir sí a todo

Sin embargo, el problema es cuando se acumulan. Quizás estés pagando una suscripción por un servicio que no utilizas demasiado por falta de tiempo, algo muy habitual de las plataformas de contenidos. O el de ese VPN que luego no activas cuando te hace falta.

La forma en la que estas suscripciones te captan es mediante un periodo de prueba gratuito, una semana, catorce día o un mes, durante el cual puedes comprobar cómo funciona ese servicio. También son muy habituales los periodos de prueba a un precio reducido, pasado el cual, se comienza a cobrar según lo estipulado.

No cabe duda que las suscripciones digitales han cambiado nuestros hábitos. ¿Quién saca ahora un CD de su discoteca? Muchas colecciones han acabado en Wallapop u otras plataformas, porque ya nos estorban, si quieres escuchar una rara sonata de Beethoven, en Spotify la vas a encontrar.

Pero cuando las suscripciones se nos van de las manos se está pagando por algo que no se utiliza. Y sí, es una manera de tirar tu dinero. Gestionar tus suscripciones digitales es la mejor forma de comenzar a liberarte de aquello que no te hace falta.

Cómo librarte de aquellas suscripciones que no utilizas

Para comenzar, has de revisar en tu extracto bancario o de tus tarjetas todos aquellos recibos que estás pagando. Puedes llegar a sorprenderte, porque puedes estar pagando por algo que no utilizas. Toca hacer números. Te proponemos el siguiente ejercicio: toma papel y lápiz y haz la suma de todo lo que estás pagando por esas suscripciones digitales. Piensa cuáles son aquellas que te compensan y que utilizas con asiduidad, y cuáles no. Quizás la suma de aquellas que no usas te den para pasar un fin de semana con tu familia fuera.

Siempre hay que poner en una balanza sobre lo que nos compensa y no. Las suscripciones digitales son una herramienta perfecta para tener unos servicios, pero no podemos estar suscritos a todo. Por ejemplo, ¿pagas por Netflix y HBO? Debes plantearte con cuál te quedas, porque no es algo que parezca tener mucho sentido. ¿Pagas la suscripción de Amazon Prime y te compensa? Debes saber que tienes su servicio Prime de video incluido y no estar disfrutándolos.

Si por cualquier razón te decides a probar una nueva suscripción, pon un recordatorio en tu dispositivo el día antes de que caduque la suscripción. Podrás cancelar antes de que se te empiece a cobrar, ya que se corre el riesgo de pagar por algo por lo que no se está utilizando. Recuerda además que si te has decidido a suscribirte a algún servicio, generalmente sale más rentable realizarla con un plazo de tiempo largo, anual, que mes por mes. El ahorro es bastante elevado si elegimos este modelo, pero recuerda siempre poner unos días antes un recordatorio.

¿Deseas pagar menos? Prueba con esto

Quizás estés pagando más de lo que consideras justo por un servicio, o simplemente, no te lo puedas permitir. Si solicitas la baja del servicio, puede aparecer una oferta de última hora por la cuál se te aplicará un descuentos durante un tiempo, o quizás para siempre. Es una forma de retención que resulta muy efectiva, tú sigues disfrutando de la suscripción, y ellos no han perdido a un cliente.

Por otro lado, puedes probar a acogerte a las suscripciones familiares, gracias a las cuales  puedes disfrutar del servicio pagando bastante menos. Solo se trata de proponer ese plan a tus familiares y repartir los gastos. Generalmente, el ahorro es muy importante. En el caso de Netflix, en breve prohibirá que los usuarios compartan sus contraseñas, acabando de esta manera con una práctica muy habitual por la cual pagar menos.

En todo caso, gestionar adecuadamente las suscripciones a servicios digitales es una buena manera de comenzar a ahorra. Hazte la pregunta de si necesitas tantos servicios a la vez. Elegir bien y liberarse de aquello que no usamos es un relax para el bolsillo y a nuestra mente.

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