Tecnología

Donald Trump podría prohibir portátiles y tabletas en los vuelos desde Europa

Las incomodidades de los viajes en avión, y más cuando se trata de viajes a EEUU pueden en breve subir a un nuevo nivel, porque la administración de Donald Trump podría extender la prohibición de llevar portátiles y tabletas en la cabina de la aeronave a nuestro continente y otros países como Reino Unido. Actualmente, la prohibición de llevar dispositivos electrónicos más allá del smartphone, cuando se viaja a Estados Unidos, se restringe a 10 aeropuertos concretos como el de El Cairo en Egipto, Riad en Arabia Saudí, o el aeropuerto de Doha en Qatar; pero ahora podrían añadirse también ciudades europeas e incluso de Reino Unido. La razón es una vez más el miedo al terrorismo ya que el departamento de Seguridad Nacional de EEUU asegura que tiene informes de inteligencia que indican que los terroristas podrían camuflar explosivos dentro de los portátiles y tabletas.

La noticia ha sido publicada por el diario británico The Guardian que indica que esta prohibición de dispositivos electrónicos mayores que un smartphone podría extenderse a nuestros aeropuertos, lo que te obligaría a dejar tu tableta o portátil facturado junto con el resto del equipaje, lo que significa que no podrás trabajar ni entretenerte con ellos durante el vuelo y éstos estarán además expuestos a golpes y robos, más habituales en los equipajes.

Una de las condiciones que pueden solicitarse en los controles de equipaje es mostrar encendidos y funcionando los dispositivos, como prueba de que no se trata de un aparato no funcional destinado a llevar una carga no autorizada. Sin embargo, parece que los servicios de inteligencia creen que los terroristas son capaces de evitar este tipo de control o incluso esconder un explosivo dentro de un dispositivo funcional (lo que ciertamente suena a bastante complicado y peligroso por el escaso espacio libre que hay en portátiles y tabletas).

Curiosamente, Reino Unido tiene una prohibición igual en los vuelos que llegan procedentes de seis países como Egipto, Líbano, Jordania, Arabia Saudí, Túnez y Turquía. No obstante, la prohibición británica se restringe a unas dimensiones determinadas de dispositivos, mientras que la prohibición estadounidense se extiende a cualquier aparato que no sea un smartphone.

De momento, la prohibición se está estudiando y no se ha hecho todavía efectiva; pero sin duda podría tener un efecto negativo en los viajes tanto de trabajo como los de ocio. Los profesionales verían como no pueden aprovechar los vuelos para trabajar y muchos turistas preferirán cambiar su destino a lugares en los que tienen que facturar sus dispositivos que pueden fácilmente dañarse por los golpes que sufren en su camino las zonas de carga.