Las apps más inseguras no siempre desaparecen: millones de descargas pese a las purgas de Google y Apple
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En 2024, Google retiró cerca de 4 millones de apps de su tienda, lo que equivale a unas 11.000 eliminaciones diarias. La mayoría se debieron a violaciones de privacidad y problemas de seguridad. Apple, en cambio, eliminó alrededor de 80.000, con un promedio de 200 al día, principalmente por software obsoleto y fraudes detectados. Y a principios de 2025, la compañía de Cupertino aplicó un recorte drástico en la Unión Europea, retirando 137.000 apps para ajustarse a la Ley de Servicios Digitales.
El dato inquietante es que muchas de estas aplicaciones ya estaban instaladas en millones de dispositivos cuando fueron eliminadas de las tiendas. La presencia en Google Play o App Store transmite una sensación de confianza que no siempre se corresponde con la realidad.
El negocio de los datos personales
Más allá de las eliminaciones, el verdadero riesgo está en aplicaciones populares que siguen en las tiendas. Según el informe de Surfshark, redes sociales como X, Facebook, Instagram, Snapchat o Pinterest figuran entre las más “hambrientas de ubicación”, es decir, las que más recolectan información de dónde se encuentran los usuarios.
La investigación detalla que X es la app que más datos de localización solicita, tanto aproximados como precisos, vinculados a publicidad, analítica, personalización y otros usos. Facebook e Instagram tampoco se quedan atrás, recopilan ubicación exacta, hábitos de navegación y actividad para múltiples fines comerciales. Incluso aplicaciones de uso profesional como LinkedIn aparecen en la lista de servicios que rastrean la localización del usuario.
Amenaza sofisticada y hábitos de uso
Los expertos advierten que los ciberdelincuentes ya no recurren a tácticas básicas. Usan inteligencia artificial para crear apps maliciosas que imitan a las legítimas y logran saltarse los filtros de Google y Apple. Algunas vuelven a publicarse bajo otro nombre con pequeñas variaciones de código, lo que complica aún más su detección.
Esto significa que, aunque las tiendas oficiales refuercen los controles, no basta con confiar ciegamente en ellas. De hecho, el estudio señala que Apple rechaza un 25% de las apps antes de publicarlas, y Google un 10%, pero la efectividad no es total.
Qué pueden hacer los usuarios
Descargar solo de tiendas oficiales sigue siendo un primer paso, pero no suficiente. Es clave revisar los permisos solicitados por cada aplicación, comprobar las reseñas y preferir desarrolladores conocidos. Además, mantener el móvil actualizado y contar con una solución de seguridad instalada puede marcar la diferencia.
En un ecosistema donde millones de aplicaciones van y vienen cada año, lo único que permanece constante es el valor de nuestros datos. Y ahí, tanto las purgas masivas como la prudencia personal son imprescindibles para minimizar riesgos.
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