Tecnología

Apple asegura que los cargadores no oficiales para sus dispositivos son peligrosos

Si usas un portátil de Apple desde hace algún tiempo, y por cualquier razón has tenido que hacerte con un cargador, bien porque lo hayas perdido o porque se haya estropeado, sabrás el disgusto que supone comprobar que los cargadores originales de Apple tienen un precio que ronda los 90 euros. Si buscas en tiendas en Internet como Amazon, comprobarás también que hay cargadores compatibles por menos de 30 euros. Pues bien, con todo el revuelo que hay todavía alrededor de la retirada de los Note 7 de Samsung, Apple ha puesto una denuncia contra Mobile Star, una de las empresas que vende estos cargadores en Amazon y hacho público un informe en el que asegura que han comprado cientos de estos cargadores no oficiales y, no sólo infringen los derechos de marca de la compañía, sino que la mayoría ellos no cumple las más mínimas normas de seguridad y suponen un grave riesgo para quienes los utilicen.

Y es que, si has llegado a comprar alguno de estos adaptadores no oficiales habrás comprobado que su acabado es evidentemente mucho menos cuidado que los de Apple, que suelen calentarse de manera alarmante y que su duración suele ser mucho más limitada (aunque ciertamente, los de Apple tampoco se pude decir que sean eternos). El informe, que ha sido desvelado por Patently Apple, y que Apple adjunta en su denuncia, argumenta que han adquirido y probado más de 100 cargadores no oficiales vendidos como originales y nueve de cada diez no pasan las más mínimas normas de seguridad y son un riesgo porque pueden incendiarse o producir descargas.

La propia Apple tiene en sus foros de soporte guías para distinguir los cargadores no oficiales de los suyos, pero el problema no es habitualmente que el usuario no los distinga, sino que puede pensar que más allá de un acabado menos minucioso el producto ofrece la misma funcionalidad y durabilidad que los de Apple. Entre los trucos para identificar estos cargadores no oficiales está fijarse en las inscripciones y los propios acabados del cable y los conectores que suelen ser mucho menos uniformes y cuidados.