Un futbolista agrede brutalmente a un árbitro en Argentina después de ordenar su expulsión

En ocasiones el fútbol nos deja imágenes poco deportivas como consecuencia de la alta competitividad que se vive en los campos. Las faltas, los insultos y a veces las agresiones entre jugadores suelen ser comunes en uno de los deportes más vistos del mundo. Ahora bien, pocas veces se ven actos como el que protagonizó un futbolista argentino contra un árbitro durante un encuentro en Buenos Aires. El colegiado recibió una patada en la cabeza por parte de un jugador después de ordenar una expulsión, lo que le dejó tendido en el campo y completamente inconsciente.

La brutal agresión que fue captada en video y difundida en redes sociales, ocurrió en la capital argentina concretamente en las canchas de fútbol de «Estación 98». La grabación muestra como el árbitro pita una tarjeta roja contra un futbolista cuando de pronto otro arremete contra él corriendo, lo tira al suelo y le pega una patada en la parte posterior de la cabeza dejándolo tirado en el suelo.

El suceso se produjo en las canchas de fútbol de ‘Estación 98’ después de que el colegiado principal expulsara a uno de los jugadores tras una dura entrada. Esta decisión no sentó nada bien a un futbolista que, automáticamente después de la expulsión, empezó a increpar al colegiado.

Los dueños de las canchas de fútbol argumentaron al medio de comunicación argentino TN que desconocían «el estado de salud del juez del campo» y que ellos se limitan únicamente a «alquilar los campos de fútbol para los partidos amateur». También repudiaron cualquier acto de agresión como el que sucedió en una de sus canchas.

Otros casos

Esta agresión a un árbitro en argentina no es un caso aislado. OKDIARIO publicó en abril de 2017 como un jugador de fútbol sala le dió un puñetazo a un colegiado que lo envió directamente al suelo. Aquel incidente se produjo en un partido que enfrentaba al Barceloneta y al Olimpic Floresta correspondiente a la jornada 28 del Grupo 3 de la Segunda División B.

Ahora bien, el golpe brutal fue acompañado de gritos de algunos aficionados que gritaron «hijo de puta» al colegiado. Otros desde las gradas se tomaron a broma la agresión e incluso se escucharon a niños riéndose del comportamiento execrable del futbolista.