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¿Qué santos se celebran hoy, sábado 13 de abril de 2024?

San Martín I es uno de los santos que se celebran en este 13 de abril

¿Qué santos se celebran hoy, sábado 13 de abril de 2024? En el amplio calendario litúrgico de la Iglesia Católica, cada día se destina a la celebración de uno o más santos, conmemorando su vida, martirio, y las obras que realizaron en nombre de su fe. Estas celebraciones no solo sirven como momentos de reflexión espiritual y devoción para los fieles, sino también como recordatorios de las virtudes cristianas que estos santos encarnaron. El sábado 13 de abril de 2024, como cualquier otro día, viene marcado por la memoria de varios santos cuyas historias y legados han trascendido a través de los siglos, inspirando a generaciones de creyentes en su camino espiritual.

Para conocer a qué santos se honra en esta fecha específica, es importante sumergirse en las historias y los contextos en los que vivieron. Cada santo, con su singularidad, refleja aspectos diferentes de la experiencia humana y espiritual, desde la entrega total al servicio de los demás hasta el martirio por sostener firmemente sus creencias. El 13 de abril, en particular, nos invita a explorar las vidas de aquellos que la Iglesia Católica ha elevado a los altares, reconociendo su fe inquebrantable y su contribución al cristianismo. Este día, entonces, ofrece una oportunidad única para profundizar en nuestro conocimiento sobre estas figuras ejemplares, sus enseñanzas y cómo su legado continúa influyendo en la vida de los fieles alrededor del mundo.

San Carádoco

San Carádoco, un noble galés de Brecknockshire, recibió una educación liberal y ganó la confianza del príncipe Rees, ocupando un lugar destacado en su corte. Sin embargo, una disputa con el príncipe lo llevó a refugiarse en la catedral de Landaff, donde fue ordenado como clérigo y sirvió a Dios en la iglesia de St. Theliau.

En busca de soledad, vivió en una humilde cabaña cerca de la iglesia abandonada de St. Cendydd en Gower, y luego se trasladó a la isla de Barry en St. Issels. Su reputación de santidad se extendió por todo el país, y el arzobispo de Menevia lo llamó a la ciudad y lo ordenó sacerdote. Posteriormente, se retiró con compañeros devotos a la isla de Ary, donde fueron capturados por piratas noruegos, pero liberados al día siguiente por temor a los juicios de Dios.

Más tarde, el arzobispo de Menevia le asignó una habitación en el monasterio de St. Hismael en el país de Ross, o Pembrokeshire. Carádoco continuó sirviendo a la comunidad local en Gales del sur antes de ser obligado al exilio debido a la invasión de la región por Enrique I. Durante su exilio, ocupó la celda de St. Ismael en Haroldston.

La vida de San Carádoco está llena de experiencias que lo llevaron desde la corte real hasta la soledad de una cabaña humilde, siempre sirviendo a Dios y a su comunidad. Su ejemplo de constancia y devoción continúa inspirando a aquellos que escuchan su historia.

San Martín I

San Martín I, nacido en Todi y diácono de la Iglesia romana, fue elegido Papa para suceder a Teodoro, quien falleció el 13 de mayo de 649. Desde el principio, demostró gran firmeza en el liderazgo de la Iglesia. A pesar de que el emperador Constante II había promulgado el Tipo, un documento en defensa de la tesis herética de los monotelitas, el Papa Martín no esperó su consentimiento para ser elegido.

Para poner fin a la difusión de esta herejía, convocó un gran concilio en la basílica lateranense, al que invitó a todos los obispos de Occidente. En este concilio, se condenaron todos los escritos monotelitas en cinco sesiones solemnes, lo que generó una fuerte reacción por parte de la corte bizantina.

El emperador ordenó al exarca de Rávena, Olimpio, que arrestara al Papa e incluso intentó asesinarlo durante la celebración de la misa en Santa María Mayor. Sin embargo, el intento de asesinato fracasó cuando el sicario quedó ciego repentinamente al intentar atacar al Pontífice.

Este hecho llevó a Olimpio a cambiar su actitud y reconciliarse con el Papa. Posteriormente, se proyectó una lucha armada contra Constantinopla. Sin embargo, tras la muerte de Olimpio a causa de la peste en 653, el emperador pudo llevar a cabo su venganza y ordenó el arresto del Papa a través del nuevo exarca de Rávena, Teodoro Caliopa.

Martín fue acusado de haberse apoderado ilegalmente del cargo pontificio y de haber conspirado con Olimpio contra Constantinopla. Fue llevado por mar a Constantinopla, donde comenzó un largo y cruel martirio. Durante el viaje, que duró quince meses, no se permitió que los fieles se acercaran al Papa. Además, se le negó incluso el agua para bañarse.

El 17 de septiembre de 654, llegó a Constantinopla y fue expuesto durante un día entero a los insultos del pueblo. Posteriormente, fue encerrado durante tres meses en la cárcel Prandiaria. Después, comenzó un largo y extenuante proceso, durante el cual sufrió numerosas humillaciones.

Finalmente, el 26 de marzo de 655 fue llevado secretamente al destierro en Crimea. Allí, sufrió hambre y padeció en el abandono más absoluto durante cuatro meses más, hasta que falleció el 16 de septiembre de 655.

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