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¿Qué santos se celebran hoy, lunes 16 de septiembre de 2024?

Los santos Cornelio y Cipriano se celebran hoy lunes 16 de septiembre

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¿Qué santos se celebran hoy, lunes 16 de septiembre de 2024? Hoy lunes la Iglesia católica conmemora a varios santos importantes que han dejado una huella profunda en la historia del cristianismo. Entre ellos destacan dos figuras relevantes: San Cornelio y San Cipriano, dos mártires cuya valentía y fe firme los convierten en referentes espirituales. San Cornelio, quien fue Papa y mártir, luchó valientemente contra las divisiones dentro de la Iglesia, particularmente contra la escisión promovida por Noviciano. Por su parte, San Cipriano, considerado uno de los primeros Padres de la Iglesia, desempeñó un papel vital en la formación del pensamiento cristiano y la defensa de la unidad eclesiástica.

Además de San Cornelio y San Cipriano, en esta fecha también se celebra la memoria de Santa Eufemia de Calcedonia, una mártir venerada por su valentía al mantenerse firme en su fe cristiana, a pesar de las brutales persecuciones que enfrentó. Santa Eufemia fue testigo de su fe durante el Concilio de Calcedonia, donde, según la tradición, intervino milagrosamente para resolver una disputa doctrinal importante. Este día, por tanto, es una oportunidad para recordar no sólo a los santos más conocidos, sino también a aquellos cuyo testimonio y sacrificio han sido fundamentales en la formación y la defensa de la fe cristiana. De este modo os presentamos ahora la historia de estos santos que hoy se conmemoran, además de enumeraros al resto de santos que se celebran el 16 de septiembre.

San Cornelio

San Cornelio nació en una época convulsa para la Iglesia. Asumió el papado en el año 251, en medio de una crisis eclesiástica marcada por la persecución de los cristianos bajo el emperador Decio y las divisiones internas provocadas por el cisma de Noviciano. Noviciano, un presbítero romano, se opuso a la política de reconciliación de Cornelio hacia los cristianos que habían apostatado durante las persecuciones, argumentando que aquellos que habían renunciado a su fe no debían ser readmitidos en la Iglesia. Cornelio, en cambio, defendía la misericordia y el perdón, siempre que hubiera una verdadera penitencia.

Su papado, aunque breve, fue fundamental para la consolidación de la Iglesia en tiempos difíciles. Su enfoque pastoral buscaba restaurar la paz y la unidad en una comunidad profundamente afectada por la persecución y el cisma. Sin embargo, Cornelio no pudo escapar a las consecuencias de su liderazgo en un tiempo de inestabilidad. Fue arrestado por las autoridades romanas y, tras sufrir varios exilios, murió en el año 253, probablemente debido a las duras condiciones de su cautiverio. La Iglesia lo veneró como mártir, y su legado como un pastor compasivo y firme ha perdurado a lo largo de los siglos.

San Cipriano

San Cipriano, nacido en Cartago en el siglo III, fue uno de los teólogos más influyentes de la Iglesia primitiva. Su conversión al cristianismo fue relativamente tardía, pero una vez abrazada la fe, se convirtió en uno de sus defensores más fervientes. En el año 249, fue elegido obispo de Cartago, y su liderazgo quedó rápidamente marcado por la persecución de Decio, que puso a prueba a la joven comunidad cristiana. En este contexto, Cipriano se destacó por su sabiduría y por su enfoque prudente para enfrentar las amenazas internas y externas.

Cipriano también tuvo que lidiar con el problema de los lapsi, los cristianos que habían renunciado a su fe durante la persecución. Al igual que Cornelio, Cipriano defendía la posibilidad de readmitir a los apóstatas bajo condiciones de verdadera penitencia. Esta postura fue fundamental para la restauración de la unidad de la Iglesia en África del Norte. Además, sus escritos teológicos y pastorales, como «De Unitate Ecclesiae» (Sobre la unidad de la Iglesia), siguen siendo esenciales en la reflexión eclesiológica.

La firmeza de Cipriano no solo se manifestó en su vida teológica y pastoral, sino también en su martirio. Durante una nueva ola de persecuciones, fue arrestado y condenado a muerte. El 14 de septiembre del año 258, Cipriano fue decapitado, y su martirio consolidó su reputación como defensor valiente de la fe. Su obra y su ejemplo han sido fundamentales en el desarrollo de la doctrina cristiana y en la defensa de la Iglesia como comunidad unida bajo Cristo.

Santa Eufemia de Calcedonia

Santa Eufemia de Calcedonia es otra de las figuras santas que la Iglesia recuerda hoy. Eufemia vivió a finales del siglo III y principios del IV en la ciudad de Calcedonia (hoy parte de Estambul, Turquía). Su martirio ocurrió durante las persecuciones de Diocleciano, uno de los emperadores más conocidos por su crueldad hacia los cristianos. Según la tradición, Eufemia fue torturada por negarse a renunciar a su fe y finalmente fue ejecutada por ser cristiana.

Sin embargo, su influencia en la Iglesia se extiende más allá de su martirio. Es especialmente venerada por su supuesta intervención durante el Concilio de Calcedonia en el año 451. Según la tradición, cuando los obispos no pudieron ponerse de acuerdo sobre la naturaleza de Cristo, depositaron dos confesiones de fe en la tumba de Santa Eufemia. Al abrir la tumba, encontraron que Eufemia había aceptado la declaración ortodoxa, lo que se interpretó como un signo milagroso de su intervención. Esta historia ha convertido a Santa Eufemia en una figura importante dentro de la tradición ortodoxa y católica.

Otros santos que se celebran el 16 de septiembre

Junto a los mencionados, en este lunes se celebra también a estos otros santos: