Sociedad
Día Internacional de la Discapacidad

Ponerse en la piel de las personas con discapacidad para entender sus dificultades

¿Se imaginan que van en silla de ruedas y tienen que acceder a una sala donde no hay rampa? Y, ¿qué pasaría si fuese invidente y nadie le ayudase a ubicarse? O, ¿qué sentiría si le insultasen por no saber resolver una ecuación en dos minutos? Todas estas situaciones no son más que ejemplos de lo que vive día a día una persona con diversidad funcional. Para ponerse en su piel y entender sus dificultades, Integra CEE, ha desarrollado una serie de acciones para que todos podamos ser conscientes de sus obstáculos.

Este año, el Centro Especial de Empleo de Clece, filial del Grupo ACS, ha organizado varios actos durante este lunes en tres universidades distintas de España -la Universidad Europea de Madrid; la Universidad Europea de Santa Cruz de Tenerife (Canarias) y la Universidad Europea de Valencia- porque “son el paso previo al ámbito laboral”. En ellas, imitan una terminal de un aeropuerto donde se ofrecen diferentes ‘viajes’ hacia el mundo de la diversidad.

Cuatro rutas diferentes con un único objetivo: experimentar las barreras a las que se enfrentan a diario estas personas. Los ‘pasajeros’ han descubierto durante esta mañana lo difícil que era meterse en la piel de una persona con diversidad funcional física, psíquica y sensorial.

En una de las ‘puertas de embarque’, los alumnos pudieron vivir en primera persona la discapacidad física: decenas de estudiantes se sentaron en sillas de ruedas o utilizaron muletas y comprobaron lo frustrante que resulta encontrarse constantemente con barreras físicas que impiden o dificultan el paso y el acceso a diferentes lugares. “Algunos tienen como reto acudir al mostrador de recepción y preguntar por un aula. El mostrador, sin embargo, es muy alto y no son accesibles”, explica el personal de Integra CEE.

En otro stand de esta terminal improvisada, se ponía a prueba a los que querían experimentar tener una discapacidad intelectual: tenían que resolver ecuaciones, encontrar una calle en un mapa o deshacer un nudo. “Lo que se quiere evidenciar es que, si se les da tiempo e instrucciones, ellos pueden resolverlo. Pero, no hacerlo en X minutos a veces viene acompañado de insultos”, apuntan.

A veces, no somos capaces de entender la discapacidad de una persona porque su limitación no es física. Para intentar evitar este problema, Integra CEE también ha puesto a disposición de los alumnos la posibilidad de ‘mimetizarse’ con una persona con depresión o enfermedades degenerativas, como el alzhéimer: llevaban pesos en los pies y en las manos para evidenciar que es una carga “que sólo sienten ellos. Es un peso psicológico: no puedes hacer nada a diario, pero sientes que el resto de la gente no entiende. Cuanto más tiempo pasas con esa carga, más te pesa y te impide hacer cualquier actividad. Esto se hace para que se sientan aceptados”, indica el personal de Integra CEE.

Tapones, antifaces o gafas de retinitis pigmentaria para descubrir cómo andar si tuviésemos una diversidad funcional visual o hablar teniendo una diversidad funcional auditiva. En el último stand, que pone a prueba la falta de algún sentido, nos hace darnos cuenta de que “en las universidades no hay carteles de lectura fácil, nadie que te oriente o vías para llegar a algún lugar. En ocasiones, hasta esta falta de accesibilidad les impide estudiar en la universidad”, cuenta una técnica de la Unidad de Apoyo de Integra CEE.

Desde Integra CEE hacen un llamamiento para que la sociedad sea consciente y más sensible. “Debemos entender que cada persona tiene una discapacidad diferente y que hay que adaptarse a ella de una forma más individualizada”, reclaman.  Cabe recordar que existen normativas legales a favor de la Autonomía personal (Ley 39/2006) y la accesibilidad universal y que «el incumplimiento del principio de accesibilidad universal y de la obligación de realizar ajustes razonables son considerados por ley como supuestos de violación del derecho a la igualdad de oportunidades de las personas con discapacidad».

En la maleta para el viaje a la diversidad, han metido varias cosas. Aunque todos coinciden en una imprescindible: la comprensión. Empatizar con todos es la clave para hacer de este mundo, un mundo mejor.