Reclama el derecho a la eutanasia

El enfermo de ELA que grabó su suicidio: «Me parece indignante morir solo y en clandestinidad»

Eutanasia: José Antonio Arrabal
Jose Antonio Arrabal, el enfermo de ELA que grabó su suicidio para reclamar la eutanasia

«Si estás viendo este vídeo, es que he conseguido ser libre», así es como José Antonio Arrabal arranca el vídeo de su despedida. Una despedida «indignante por morir solo y en clandestinidad». Arrabal, de 58 años y enfermo de esclerosis lateral amiotrófica (ELA) , decidió grabar su suicidio para reclamar el derecho al suicidio asistido y a la eutanasia; a una muerte digna.

Fue en agosto de 2015 cuando le detectaron ELA, «una sentencia de muerte», asegura en la grabación de casi tres minutos a la que tuvo acceso El País. Desde aquel día tenía claro que no quería vivir así. Fue este domingo 2 de abril cuando murió tras haber tomado una combinación letal de medicamentos comprados en Internet y después de que su familia le dejaran solo en casa «para no acabar en la cárcel».

Sentado en un sillón de su casa de Alcobendas (Madrid), Arrabal lo tiene todo preparado. En la mesa, el fármaco que le dejara primero dormido en un sueño profundo y después, le provocará una parada cardiorrespiratoria y la muerte.

Tras presentarse comienza a narrar la pesadilla que supone para él padecer ELA: «Ya no puedo ni levantarme de la cama, ni acostarme. No puedo darme ni la vuelta. No puedo vestirme, desnudarme. No puedo limpiarme. No puedo comer ya solo» para después lanzar una reflexión sobre su suicidio «indignante» al no poder contar con un médico que le suministrara la medicación y «morir dulcemente».

«Me parece indignante que en este país no esté legalizado el suicidio asistido y la eutanasia. Me parece indignante que una persona tenga que morir sola y en la clandestinidad. Me parece indignante que tu familia se tenga que marchar de casa para no verse comprometida en el tema y acabar en la cárcel», lamenta mientras hace un llamamiento a recapacitar sobre su caso.

Evitar un infierno para él y para su familia fue lo que le llevó la mañana del pasado domingo a coger fuerzas para alcanzar ese tubo que le dejaría dormido para siempre y luchando por conseguir una ley de suicidio asistido y eutanasia . Una lucha que ya arrancó en Change.org en agosto de 2015 y que se mantiene activa. A día de hoy cuenta con casi 13.000 firmas.

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