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Sólo un 30% sabría realizar una RCP: estos son los mitos más comunes que frenan a las personas a hacerla

La reanimación cardiopulmonar (RCP) puede hasta triplicar las posibilidades de supervivencia si se aplica de forma inmediata

El miedo a romper una costilla al aplicar las compresiones y la creencia de que el boca a boca es siempre indispensable son algunos de los prejuicios más comunes

A nivel mundial, entre 3 y 4 millones de personas sufren paradas cardíacas súbitas fuera del hospital cada año. En este contexto, la diferencia entre la vida y la muerte depende muchas veces de la capacidad de intervenir de forma inmediata, y ahí es donde entra la reanimación cardiopulmonar (RCP). Esta maniobra, que combina compresiones torácicas y ventilaciones para mantener la circulación y el oxígeno cuando el corazón se detiene, puede hasta triplicar las posibilidades de supervivencia a tiempo.

Sin embargo, aunque la RCP es una técnica conocida entre la población general, solo 3 de cada 10 españoles se animan a practicarla ante una parada cardíaca fuera del hospital. Y es que conocer la RCP no siempre equivale a saber practicarla en una situación de emergencia. En este contexto, la labor de la Enfermería de Urgencias y Emergencias (EUE) no se limita a actuar en situaciones de este tipo; estas enfermeras además forman, investigan y coordinan recursos para optimizar la respuesta ante la parada cardíaca y contribuir a salvar vidas.

«La reanimación no empieza en el hospital, empieza donde alguien se atreve a actuar», explica Carmen Casal, vicepresidenta de enfermería de Sociedad Española de Medicina de Urgencias y Emergencias (SEMES). «Nuestro trabajo no solo consiste en intervenir, sino en enseñar a la gente a no quedarse paralizada ante una parada cardíaca. Cada minuto que alguien realiza RCP correctamente puede aumentar las posibilidades de supervivencia».

Formación y seguridad

«Aunque la RCP es una técnica básica que cualquiera puede aprender, es fundamental formarse bien, ya que existen factores que pueden favorecer su eficacia, como la profundidad y frecuencia de las compresiones y la minimización de interrupciones. Además, la maniobra varía según se trate de un adulto o un niño. Estudios recientes muestran que la calidad de la RCP en los primeros minutos tiene más impacto en la supervivencia que cualquier intervención posterior, por lo que la formación específica es esencial», explica Casal.

En varias ocasiones, las personas desconocen que gran parte de la formación en RCP que llega a otros sanitarios y a la ciudadanía está liderada por estas enfermeras. Son ellas quienes imparten talleres, organizan simulacros y forman equipos en hospitales, colegios, empresas y comunidades locales. Su objetivo es claro: que cada persona se sienta capaz de actuar ante esta situación, acortando los minutos decisivos antes de la llegada de los servicios de emergencias.

En este sentido, Javier Morillo, miembro de la Comisión de la Especialidad en Enfermería de Urgencias y Emergencias (EEUE) de SEMES, asegura que «contar con enfermeras con formación específica en Urgencias y Emergencias marcar una gran diferencia en la atención sanitaria. Les permite actuar con rapidez y precisión, y al mismo tiempo trasladar ese conocimiento y coordinar la respuesta de otros, asegurando que más personas sepan cómo actuar cuando cada segundo cuenta», asegura.

Con este mensaje, SEMES reafirma, en el marco de su campaña «Cuidando tu seguridad, especialistas en Enfermería de Urgencias y Emergencias», su compromiso con una atención segura, rápida, homogénea y de calidad, así como con la promoción y reconocimiento de la EEUE, esencial para proteger la seguridad del paciente durante la atención urgente y garantizar que la respuesta ante emergencias sea efectiva y coordinada.

Conoce la técnica y actúa

En una parada cardíaca, el tiempo es oro. Aun así, muchos mitos y miedos frenan a quienes podrían salvar una vida si se atrevieran a actuar. Por este motivo, desde SEMES desmienten algunas de las creencias más comunes:

«Solo los sanitarios pueden hacerlo»
Falso, cualquier persona puede practicar la RCP básica. La mayoría de las paradas ocurren fuera del hospital, y la intervención inmediata de un testigo puede hasta triplicar las posibilidades de supervivencia.

«Puedo hacerle daño»
Es posible, pero no debe ser motivo para detenerse. Las fracturas leves son un efecto secundario frecuente, y lo importante es mantener la circulación. Detener la RCP por miedo a causar daño sí puede ser fatal.

«La RCP siempre va acompañada de boca a boca»
No necesariamente. Si no se sabe o no se desea hacer ventilación, las compresiones torácicas continuas (solo con las manos) son suficientes en la mayoría de los casos, especialmente en adultos.

«Es mejor esperar a que lleguen los servicios de emergencia»
Llamar al 112 es el primer paso, pero empezar la RCP inmediatamente mientras llega la ayuda es lo que marca la diferencia. Cada minuto sin circulación reduce la posibilidad de supervivencia en un 7-10 %.