Medidas de seguridad para los corredores ‘callejeros’

Correr proporciona relajación, optimismo, bienestar y en algunos casos hasta seguridad en uno mismo. Sin embargo, cuando entrenamos por calles y carreteras nos convertimos en figuras más vulnerables, que estamos desprotegidas ante las bicicletas o vehículos. Por eso, hoy te proponemos unas medidas de seguridad para los corredores ‘callejeros’, que son aquellos que te puedes encontrar por las aceras o por cualquier vía de tu ciudad. Es importante mantener una serie de normas básicas de seguridad para que no ocurra nada.

• Visibilidad: son muchos los corredores que por motivos de trabajo y de familia se ven obligados a salir de tarde-noche a correr, cuando la visibilidad es menor para los conductores y resto de peatones. En este caso se necesita llevar una indumentaria que nos identifique bien y que no pase desapercibida. Este consejo también lo hacemos extensible a aquellas personas que empiezan a correr para perder peso y se decantan por las prendas oscuras para disimular los kilos de más.

• Anticiparse: no puedes leer la mente de las personas que hay a tu alrededor, pero es importante que haya un contacto visual con el conductor del vehículo o del ciclista para saber el tipo de maniobra que realizará. En caso de duda lo mejor será esperar y detener la marcha hasta que la otra parte se aclare y tome una decisión. Suele ocurrir muchas veces a la hora de cruzar pasos de cebra o en los cruces. Nunca sabes si el coche va a frenar o no. En cualquier caso merece la pena perder esos segundos si así nos evitamos un accidente.

• Señalar tus movimientos: cuando estés corriendo intenta siempre señalizar tus maniobras con el brazo para que el resto de vehículos o ciclistas conozcan tus intenciones. En el caso de que te ejercites por un camino estrecho y haya más personas que avancen en la misma dirección será preciso que al hacer el adelantamiento les avises verbalmente para que no te crucen.

• Escoger un buen circuito: lo ideal por motivos de seguridad es correr en el parque o en un circuito habilitado para ello, en donde no haya tráfico de vehículos ni bicicletas. Pero cuando no tengamos esta opción nos echaremos a la calle. Las aceras son el lugar más seguro para los corredores, que en algún momento tendrán que enfrentarse a los cruces, semáforos y pasos de peatones. Además de fijarnos en el tráfico de vehículos, es importante que la zona de entrenamiento no esté muy poblada de personas ni tampoco aislada para que no se produzcan robos o hechos similares.

• Situaciones extremas: si no nos queda más remedio que salir a entrenar de noche y por caminos muy transitado, optaremos por llevar una pequeña luz de led y utilizar vestimenta reflectante o flúor para resultar más visibles para el resto de personas y vehículos que nos encontremos.

Merece la pena ser un corredor prudente y seguro si con ello conseguimos regresar a casa con normalidad y sin padecer ningún tipo de percance. El running es para disfrutarlo, no para sufrirlo.