OkSalud

La lucha contra el cáncer de mama: un trabajo en equipo

El cáncer de mama es ya el tumor más diagnosticado del mundo, pero es también el más prevalente ya que cada vez más mujeres consiguen la curación total de la enfermedad

Sólo en España, aproximadamente el 30% de los cánceres diagnosticados a mujeres se originan en la mama. De hecho, este tipo de cáncer es ya el tumor más diagnosticado del mundo por delante del cáncer colorrectal, de pulmón, cuerpo uterino, tiroides o páncreas; y es también el más prevalente, ya que cada vez más mujeres consiguen la curación total, o el control de la enfermedad.

Para ello, es esencial avanzar en la investigación contra el cáncer de mama, continuar concienciando con las campañas de cribado, que actualmente detectan hasta el 80% de los casos de manera temprana y, sobre todo, el apoyo y acompañamiento psicológico durante la lucha de las pacientes.

Los tratamientos para paliar y acabar con este tipo de cáncer cada vez son más completos y abarcan mayor cantidad de especialistas y áreas. Un verdadero trabajo en equipo que nos acercan desde el Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

¿Con qué síntomas se presenta el cáncer de mama?

El cáncer de mama es una proliferación de células tumorales en la mama, que tal y como nos explica el Dr. Ginés Hernández Cortés, jefe asociado del Servicio de Ginecología y Obstetricia del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, presenta una sintomatología diferente en cada paciente, siendo lo más habitual, sin embargo, que «la paciente palpe un nódulo de un bulto que no estaba presente antes».

«Afortunadamente hoy en día cada vez es más habitual descubrir tumores en estado inicial, a través de las pruebas de imagen que forman parte de las revisiones habituales ginecológicas a las que se someten las mujeres», añade el especialista, recordando que «con estas pruebas se pueden diagnosticar lesiones que aún no son palpables por parte de la paciente».

La importancia del cribado

Gracias a las campañas de cribado que se hacen con mamografía se detectan hasta el 80% de los cánceres. De hecho, solamente el 20% aparecen con clínica, lo que ha mejorado mucho la supervivencia de las pacientes. En el caso de pacientes que acuden a un especialista tras notarse una lesión en la mama, detalla la Dra. Lucía González-Cortijo, jefa del Servicio Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid «el primer paso es realizar una mamografía y una ecografía, las pruebas más sencillas, para descartar». «En caso de que la lesión sea sospechosa, se completa con una resonancia», añade.

Detectar el tumor

Las pruebas por imagen desempeñan un papel fundamental en el cáncer de mama, ya que gracias a ellas «se puede hacer un diagnóstico histológico (detectar de qué tipo es el tumor), se pueden dirigir biopsias, e incluso tomar muestras sin operar», relata el Dr. Vicente Martínez de la Vega, jefe del Servicio de Diagnóstico por Imagen del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid. «Gracias a estas pruebas, tanto los cirujanos como los oncólogos, saben exactamente de qué cáncer estamos hablando y qué tipo de tratamiento es el más adecuado para cada uno de ellos», añade.

Hay dos aspectos fundamentales en un tumor de mama, tal y como señala la Dra. González-Cortijo: la extensión y el tamaño. «Tenemos que saber hasta dónde llega el tumor, si el tumor está afectando a la axila, si hay metástasis a distancia (el estadio), y los apellidos del tumor», o lo que es lo mismo; el grado (la agresividad del tumor) los receptores hormonales (estrógeno, progesterona, HER2 y ki67).

Abordaje del cáncer de mama

Una vez que la paciente es diagnosticada, entra en el circuito de la Unidad de Mama, donde se le realiza el estudio y se presenta al Comité de Mama que se reúne semanalmente en esta unidad y donde se consensua el mejor abordaje terapéutico entre ginecólogos, oncólogos, radiólogos, patólogos, radioterapeutas y cirujanos plásticos.

Antiguamente las pacientes se operaban de inicio y después se trataban, un orden que se está invirtiendo, explica la Dra. González. «Se llama tratamiento neoadyuvante, y se elige en primer lugar cuando los tumores son muy grandes y no son abarcables con la cirugía, o cuando son tumores que queremos hacer más pequeños para poder realizar una cirugía conservadora; e incluso cada vez más con tumores pequeños, sobre todo en los subtipos más agresivos de los que depende el pronóstico y los pasos siguientes».

El Comité de mama elabora además un plan B en caso de que haya quedado enfermedad residual para, después de la cirugía, poder dar un tratamiento diferente e intentar erradicar esa enfermedad residual micro metastásica que puede existir.

Tipos de tratamientos

De entre todos los tratamientos con los que se puede abordar el cáncer de mama, destaca la radioterapia, el tratamiento que reciben aproximadamente el 60% de las pacientes, «la radioterapia se utiliza en combinación con otras armas terapéuticas como puede ser la quimioterapia o la inmunoterapia», explica la Dra. Elia del Cerro, jefa de servicio de Oncología Radioterápica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, «mientras que la hormonoterapia y la cirugía pueden llegar a curar hasta a un 40% de pacientes».

En cuanto a la cirugía, los especialistas abogan por un tratamiento quirúrgico conservador: conservar la mama, quitar el tejido mamario donde se encuentre el tumor, con un margen de seguridad alrededor, y quitar además el llamado ganglio centinela, el primero que recibe el drenaje del tumor. Por su parte, una mastectomía (extirpar la mama por completo), explica el Dr. Hernández, «dependerá del tamaño tumoral y del número de ganglios afectados, aunque es muy individualizado».

La importancia del apoyo a las pacientes

Todos los especialistas coinciden en la importancia de que los pacientes se sientan arropados y apoyados durante el tratamiento. Virginia Vaca, psicooncóloga del Servicio de Oncología Médica del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid, recuerda que «hay muchos menos efectos secundarios cuando las personas no están solas y se mantienen ocupadas con ejercicio físico». Una línea que apoya la Dra. González que incide en que la actividad física de las pacientes ha demostrado beneficio en tres aspectos: el desarrollo de los tumores, la tolerancia al tratamiento y las recaídas de la enfermedad. «Una persona que hace ejercicio físico tiene menos riesgo de desarrollar un cáncer de mama, además está comprobado que el ejercicio disminuye la toxicidad del tratamiento, permitiendo que una paciente reciba su tratamiento a dosis plenas; y además ha demostrado que las pacientes que se mantienen activas tienen menos recaídas», asegura.

Es importante destacar también que, debido a la agresividad de los tratamientos, a las mujeres en edad reproductiva se les ofrece desde la unidad de reproducción del HU Quirónsalud Madrid la opción de poder criopreservar ovocitos para no comprometer su fertilidad.

El futuro del cáncer de mama

En cuanto al futuro de esta enfermedad, los especialistas se muestran optimistas. La Dra. González insiste en que los avances son prometedores, y en que «estamos siendo testigos de una revolución tanto en el diagnóstico precoz, como en los tratamientos de las pacientes, y tanto en enfermedad precoz como en enfermedad avanzada». «La mayoría de las pacientes», recuerda «se curan, a día de hoy, y las pacientes más crónicas tienen un pronóstico de vida excelente».