OkSalud
Dientes

Lo que puede suceder si llevas meses con el mismo cepillo de dientes

Muchas veces tenemos los dientes mal incluso estableciendo los hábitos que todos sabemos que debemos hacer. Es decir, lavarnos los dientes tres veces al día tras cada comida. Pero el truco puede estar en que llevas meses con el mismo cepillo de dientes, y esto es un gran error.

Las cerdas se debilitan, hay bacterias, se ensucia y por ende estamos estropeando nuestros dientes.

Esto sucede porque creemos que el cepillo es algo eterno y no lo cambiamos de manera asidua.

Así los odontólogos recomiendan renovarlo al menos cada tres meses, realmente es un gesto que puede hacer mucho por nuestra boca y que no cuesta nada. Puesto que si nos compramos uno simple suele ser bastante económico y si lo tenemos eléctrico solo tenemos que cambiarlo y comprar nuevas recargas.

Desde la clínica dental Ferrus & Bratos exponen que debemos desecharlo antes si observamos que sus cerdas comienzan a abrirse o a desgastarse. Esto puede suceder si, durante el cepillado, ejercemos excesiva presión o fuerza.

Es importante detectar esta práctica, en caso de que la hagamos, pues no solo afecta al cepillo sino también a las encías.

Si no cambias el cepillo de dientes…

Acumulación de bacterias

Nos lavamos los dientes con el cepillo para quitar las bacterias que se acumulan de los alimentos que se quedan entre los dientes.

Ahora bien, si estamos tiempo con el mismo cepillo las bacterias se quedan en este instrumento. Desde Ferrus & Bratos comentan que es inevitable que muchos se adhieran a los filamentos del cepillo, dando lugar a una mayor cantidad de agentes bacterianos y de gérmenes si no le ponemos remedio.

Pierde efectividad

Tras tres meses de uso, el cepillo de dientes pierde efectividad y su función. Es decir, que remueve entonces menos la placa bacteriana y esto hace que los dientes no se estén lavando correctamente.

Se llena de humedad

Además, la mayoría de personas guardamos el cepillo en el baño, algo que parece lógico pues es en esa estancia donde llevamos a cabo la higiene bucodental diaria.

Pero los profesionales advierten que el baño es muy vulnerable a la proliferación de bacterias, y no solo porque esté ocupado por el inodoro.

Es una zona sometida a grandes cambios de temperatura y a mucha humedad. De manera que podemos decir que del lugar y la forma en la que se guarda el cepillo depende, en gran medida, la cantidad de gérmenes y bacterias que hay en sus cerdas.