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Evita la luz brillante por la noche: reduce el riesgo de diabetes tipo 2

La diabetes de tipo 2 (adquirida) es una enfermedad crónica que afecta al modo en que el organismo utiliza la insulina

  • Diego Buenosvinos
  • Especialista en periodismo de Salud en OKDIARIO; responsable de Comunicación y Prensa en el Colegio de Enfermería de León. Antes, redactor jefe en la Crónica el Mundo de León y colaborador en Onda Cero. Distinguido con la medalla de oro de la Diputación de León por la información y dedicación a la provincia y autor de libros como 'El arte de cuidar'.

La diabetes es una enfermedad metabólica crónica caracterizada por niveles elevados de glucosa en sangre (o azúcar en sangre), que con el tiempo conduce a daños graves en el corazón, los vasos sanguíneos, los ojos, los riñones y los nervios. Los estudios científicos no cesan para conseguir tener mejores tratamientos. Sin embargo, también se apunta a la prevención, como es el caso del nuevo trabajo publicado en la revista The Lancet Regional Health – Europe y que indica que se debe evitar la luz brillante por la noche podría ser una forma sencilla de reducir el riesgo de diabetes.

Al parecer, el trabajo ofrece datos convincentes de relación entre la exposición a la luz y el riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2. Así, esta patología (adquirida) es una enfermedad crónica que afecta al modo en que el organismo utiliza la insulina. Se desarrolla a lo largo de muchos años, es difícil de tratar y suele estar relacionada con factores del estilo de vida, como la inactividad y obesidad.

El autor principal del trabajo, el profesor asociado Andrew Phillips, de la Facultad de Medicina y Salud Pública, asegura que «descubrimos que la exposición a una luz más brillante por la noche se asociaba a un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2».

«Los resultados mostraron que la exposición a una luz más intensa por la noche se asocia a un mayor riesgo de desarrollar diabetes, con una relación dosis-dependiente entre la exposición a la luz y el riesgo», afirma el profesor Phillips, mientras que aduce que «los resultados sugieren que reducir la exposición a la luz por la noche y mantener un entorno oscuro puede ser una forma fácil y barata de prevenir o retrasar el desarrollo de la diabetes», añade.

En el amplio estudio de modelización, el equipo de investigación estudió si los patrones personales de exposición a la luz predecían el riesgo de diabetes utilizando datos de aproximadamente 85.000 personas y alrededor de 13 millones de horas de datos de sensores de luz.

Los participantes, que no padecían diabetes de tipo 2, llevaron dispositivos en la muñeca durante una semana para registrar sus niveles de luz durante el día y la noche.

A continuación, se realizó un seguimiento durante los nueve años siguientes para observar si desarrollaban diabetes de tipo 2.

«La exposición nocturna a la luz puede alterar nuestro ritmo circadiano y provocar cambios en la secreción de insulina y el metabolismo de la glucosa», explica.

«Los cambios en la secreción de insulina y el metabolismo de la glucosa causados por la alteración de los ritmos circadianos afectan a la capacidad del organismo para regular los niveles de azúcar en sangre, lo que en última instancia puede conducir al desarrollo de diabetes tipo 2», añade.

Una mayor exposición a la luz por la noche (entre las 12.30 y las 6.00 horas) se relacionó con un mayor riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2, independientemente de la cantidad de luz a la que se estuviera expuesto durante el día.

La investigación tuvo en cuenta otros factores asociados a la diabetes de tipo 2, como los hábitos de vida, los patrones de sueño, el trabajo por turnos, la dieta y la salud mental.

Incluso después de tener en cuenta estos factores, los resultados mostraron que recibir más luz por la noche seguía siendo un fuerte predictor del desarrollo de diabetes.