Dr. de la Morena: «El tratamiento ideal para el cáncer de páncreas sigue siendo la cirugía»

El Día Mundial del Cáncer de Páncreas es una fecha clave para visibilizar una de las enfermedades oncológicas más agresivas y con menor tasa de supervivencia. En 2024, la campaña global se centra en el lema «Actúa a tiempo: la detección puede salvar vidas», con el objetivo de concienciar sobre la importancia de identificar los síntomas tempranos y los factores de riesgo de esta enfermedad. Organizaciones de todo el mundo se unirán en actividades informativas, eventos solidarios y campañas digitales que promueven la prevención, el acceso a diagnósticos precisos y el avance en las investigaciones. Este año, el mensaje destaca la necesidad de fomentar chequeos médicos regulares, especialmente en personas con antecedentes familiares o hábitos de riesgo, para mejorar el pronóstico y calidad de vida de los pacientes.

El conocimiento sobre el cáncer de páncreas es crucial debido a su creciente incidencia y alta tasa de mortalidad. Familiarizarse con sus síntomas, factores de riesgo y métodos de prevención puede marcar la diferencia en el pronóstico de quienes lo padecen. Aunque existen avances en investigación, esta enfermedad sigue siendo compleja y se requiere de un esfuerzo conjunto entre especialistas, pacientes y la sociedad para mejorar los resultados a largo plazo.

El doctor Felipe de la Morena López, médico adjunto del Servicio de Aparato Digestivo del Hospital Universitario de La Princesa, aborda, en entrevista a OKSALUD, los desafíos y avances en el diagnóstico y tratamiento del cáncer de páncreas. Y destaca las últimas investigaciones y tecnologías que están cambiando el abordaje de esta enfermedad, desde la detección temprana hasta las opciones terapéuticas personalizadas. Además, comparte recomendaciones de prevención y apoyo integral para pacientes y familiares, poniendo en perspectiva la importancia de entender los factores de riesgo y de realizar chequeos médicos regulares en personas con antecedentes o síntomas digestivos persistentes.

PREGUNTA.-¿Cuáles son los factores de riesgo principales asociados al cáncer de páncreas y cómo influye cada uno en el desarrollo de esta enfermedad?

RESPUESTA.- La mayor parte de los tumores pancreáticos presentan una aparición esporádica, sin una correlación clara con algún factor concreto o que se considere necesario para su aparición. No obstante, tanto el alcohol y especialmente el tabaco son los hábitos ambientales más claramente relacionados con un aumento de riesgo de aparición de la enfermedad. Existen aun así síndromes genéticos claramente asociados a la aparición de cáncer pancreático, aunque afortunadamente son poco frecuentes. 

P.-¿Cuáles son los síntomas más comunes en las primeras etapas del cáncer de páncreas, y por qué suele ser difícil detectarlo en fases iniciales?

R.- Precisamente el problema del cáncer pancreático es su carácter asintomático en los estados iniciales, dónde precisamente las posibilidades de curación son mayores. La presencia de dolor abdominal, la pérdida marcada de peso y la aparición de un tinte ocular amarillento en ausencia de dolor, pueden ser datos clínicos identificables pero que se correlacionan con una enfermedad más avanzada en la mayoría de los casos. 

P.-¿Qué pruebas diagnósticas son las más efectivas para detectar el cáncer de páncreas en fases tempranas? ¿Qué limitaciones presentan?

R.- El diagnóstico por imagen es en la actualidad el mejor método para el diagnóstico de la enfermedad. Tanto la resonancia magnética como, especialmente en estados muy iniciales, la ecoendoscopia presentan unas buenas tasas de detección para tumores incluso menores de 2 centímetros. Ambas técnicas son generalmente accesibles en la mayor parte de centros sanitarios de nuestro país, si bien condicionantes como la claustrofobia o presencia de dispositivos metálicos para la resonancia, o la invasividad y necesidad de sedación para la ecoendoscopia, podríamos considerar que son las principales limitaciones y determinantes a la hora de elegir una u otra. En general presentan un carácter complementario e ideal en este tipo de pacientes.

P.-¿Existen nuevos avances o tecnologías emergentes que mejoren la detección precoz del cáncer de páncreas?

R.- Dado que esta patología cuenta aún con una relativa baja prevalencia, a pesar del aumento progresivo de su incidencia en los últimos años, no existen medidas de cribado para población general como en otros tumores mucho más habituales. Sí las hay sin embargo en pacientes con alto riesgo individual, como en antecedentes familiares múltiples o los ya mencionados síndromes genéticos predisponentes. La determinación de mutaciones en biopsia líquida (sangre generalmente) es una técnica prometedora para el diagnóstico precoz, especialmente en pacientes de alto riesgo o lesiones precursoras como algunos subtipos de quistes pancreáticos o pacientes con pancreatitis crónica. 

P.-¿Cuáles son las opciones de tratamiento actuales para el cáncer de páncreas? ¿En qué casos se recomienda cada uno (cirugía, quimioterapia, radioterapia, terapias dirigidas)?

R.- Depende del estadio de la enfermedad al inicio. El tratamiento ideal para el cáncer pancreático sigue siendo a día de hoy la cirugía. Otros métodos como la quimioterapia, radioterapia dirigida de alta intensidad o la ablación de lesiones por ecoendoscopia son métodos complementarios, que consiguen un control o incluso la regresión parcial de la enfermedad que, en ocasiones, permite alcanzar la cirugía en una fase posterior. En cualquier caso, la mayoría de los enfermos se discuten en comités de expertos de varias especialidades lo que fortalece la decisión, ofreciendo las mejores alternativas terapéuticas a cada uno de los pacientes. Es preciso indicar como tanto la cirugía pancreática como el tratamiento oncológico han experimentado importantes avances en los últimos años que permiten la consecución de resultados actuales que hace pocos años eran una quimera. 

P.-¿Qué papel juegan la dieta y el estilo de vida en la prevención y manejo del cáncer de páncreas?

R.- Tal y como decíamos, y aunque el cáncer de páncreas no presenta una sola causa, podemos definir como tabaco, alcohol, el excesivo consumo de grasas saturadas y el sedentarismo han sido relacionados, por ese orden, como los principales factores de riesgo de esta entidad. No previene de forma completa pero sí reduce las posibilidades de su aparición. 

P.-¿Qué tratamientos experimentales o terapias en investigación considera más prometedores para mejorar el pronóstico de los pacientes con cáncer de páncreas?

R.- Las nuevas terapias de quimioterapia dirigidas a dianas moleculares plantean un escenario nuevo para el cáncer pancreático. Las terapias dirigidas en función del subtipo tumoral concreto conformarán probablemente un nuevo escenario en nuestra lucha contra la enfermedad. Por otro lado, tratamientos locales mediante inoculación local de terapias virales oncocíticas, quimioterapia, braquiterapia o métodos ablativos podrían también ser de utilidad y buscan su escenario concreto. 

P.-¿Cuáles son los recursos y apoyos recomendados para ayudar a los pacientes y sus familias a sobrellevar esta enfermedad, desde el diagnóstico hasta las fases avanzadas?

R.-El soporte psicológico y nutricional son dos pilares fundamentales que no sólo han demostrado una mejora de la calidad de vida de estos pacientes, sino un aumento de la supervivencia. Con el tiempo hemos aprendido a afrontar la enfermedad de una forma más global, con el cuidado del paciente entendiéndolo de forma integrativa incluyendo su entorno. La enfermedad en numerosas ocasiones, no plantea un reto puntual y perfectamente definido a corto plazo, sino un pronóstico de vida prolongado dónde los cuidados psicológicos, físicos y sociales juegan un papel fundamental en el estado de salud de la persona. Esta enfermedad es un modelo en el cual los profesionales tenemos la misión de tratar, cuidar y acompañar al paciente en su proceso y toma de decisiones.