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Cocinar mucho la carne, clave para evitar la salmonela

Cocinar mucho la carne es clave para evitar la salmonela. Es una recomendación de la Comisión del Codex Alimentarius, órgano vinculado a Naciones Unidas, que se ocupa de fijar las normas alimentarias.

Al parecer, tanto las carnes de bovino como de cerdo podrían estar contaminadas con distintas bacterias, entre ellas la salmonela no tifoidea, que es una de las causas más comunes de patologías transmitidas por alimentos en todo el mundo, con millones de personas afectadas. La mayor parte de los episodios que provoca son de carácter leve, aunque también se producen al año unos 60.000 fallecimientos.

En cualquier caso, para evitar este tipo de situaciones lo más adecuado es optar por la prevención. Por eso se hace necesario mejorar las prácticas desde la fase de producción hasta el procesado, para acabar con la mayor parte de esta bacteria en la carne fresca.

Durante estos días se celebra en  Roma un congreso con expertos, en donde miembros de este organismo de Naciones Unidas recomiendan cocinar “la carne a conciencia” para evitar “enfermar comiendo carne que pudiese estar contaminada con salmonela”.

Pero además de la carne, también establecieron una serie de nuevas medidas higiénicas para proteger alimentos como las verduras, frutas, leche y pescado con el propósito de controlar los parásitos y garantizar una adecuada salud de la gente. Decidieron optar por esta opción ante la posibilidad de que estos alimentos estuviesen contaminados por parásitos como la taenia solium o el toxoplasma, que pueden llegar a desarrollar quistes.

Para controlar los parásitos que se contagian a través de los alimentos resulta necesario seguir tres aspectos básicos, como son la prevención de infecciones en los animales de granja, evitar la contaminación de productos procesados y frescos, y por último acabar con los parásitos durante la fase de procesado a través de la congelación, por ejemplo.

Mejorar el etiquetado de los alimentos

Este órgano de la ONU decidió introducir valores de referencia para el magnesio, hierro, cobre, vitamina A y fósforo en el etiquetado de los productos. Esta medida se lleva a cabo debido al grave daño que causaría un déficit de estos minerales y vitaminas en la alimentación de la población.

Entre otras cosas, la ausencia de vitamina A puede desencadenar en una ceguera e incrementar las posibilidades de sufrir enfermedades. En el caso del hierro, provoca anemia, en donde el organismo no recibe toda la cantidad de oxígeno que precisa para su buen funcionamiento.

Aprovechando este congreso en Italia, también advirtieron de los graves riesgos que hay en torno al arsénico, un elemento presente en la corteza terrestre y que se encuentra en muchos productos de la naturaleza que lo absorben del agua y del suelo. Entre los alimentos más perjudicados se encuentra, por ejemplo, el arroz. El consumo excesivo de este elemento puede llegar a causar lesiones en la piel, cáncer, diabetes, dolencias en el corazón y daños en el cerebro.

Por lo tanto, cada vez hay que estar más atento a lo que comemos si queremos disfrutar de un mejor estado de salud.