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Parálisis cerebral: síntomas, causas y tratamiento

¿Has escuchado hablar sobre la parálisis cerebral? Se trata de una situación grave que debe ser cogida a tiempo. Toma nota de los síntomas y tratamiento.

Aunque no es difícil entender el concepto en términos generales de lo que le pasa a nuestro cuerpo cuando sufrimos una parálisis cerebral -que suele producirse sobre todo por causas prenatales o perinatales pero antes de cumplir los 3 años-, lo cierto es que hay muy pocas personas que conocen de forma más profunda esta problemática y que entienden los diversos aspectos que es necesario saber para abordarla.

Por ello, y en beneficio de la concienciación sobre este tipo de desorden médico, es que a continuación te explicamos todo lo que necesitas saber sobre la causa más frecuente de discapacidad en niños y niñas en los primeros años de su vida.

Se trata de un trastorno grave y permanente

Poca gente sabe que realmente, la parálisis cerebral no describe una afección que siente nuestro órgano cognitivo cuando por alguna razón deja de funcionar, sino que el nombre de este concepto hace referencia a un grupo entero de trastornos permanentes del desarrollo del movimiento y de la postura que suelen causar limitaciones en la actividad.

Estos trastornos motores que son atribuidos a alteraciones no progresivas ocurridas en el desarrollo cerebral del feto o del lactante, a menudo están acompañados por alteraciones de la sensación, la percepción, la cognición, la comunicación e incluso de la conducta o también por epilepsia y por problemas musculoesqueléticos secundarios.

Existen diversos subtipos de parálisis cerebral y niveles de gravedad

Todas las anomalías que se engloban bajo esta terminología comparten un patrón anormal del movimiento y de la postura, aunque se suelen distinguir por los signos que este problema provoca.

La parálisis cerebral espástica se caracteriza por aumento del tono muscular y por la presencia de reflejos patológicos.

La parálisis cerebral discinética suele provocar en el paciente movimientos involuntarios e incontrolados que se presentan de forma recurrente o ocasionalmente y que suelen estar estereotipados con el predominio de reflejos primitivos y de un tono muscular variable.

Respecto a la cuestión de los niveles, estos suelen distinguirse según las actividades que las personas con esta capacidad pueden llegar a hacer. Por ejemplo, tenemos que quienes han sufrido un nivel I de parálisis cerebral, caminan tanto en casa como en el colegio (en el común caso de los niños) y en la comunidad y pueden subir y bajar bordillos o escaleras sin ayuda o sin sujetarse, pero habitualmente el equilibrio y la coordinación se presentan reducidos.

Hay distintos grados que debemos tener en cuenta y es el médico quien debe diagnosticar cada uno de ellos .