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Níscalos al estilo Arguiñano: receta tradicional y sabrosa

Aprende a preparar níscalos al estilo Arguiñano con recetas tradicionales, sencillas y llenas de sabor.

Níscalos guisados, receta tradicional

Receta de níscalos al ajillo

Niscalos con patatas

  • Francisco María
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Cuando llega el otoño y el bosque se llena de colores, los níscalos se convierten en uno de los tesoros más buscados por los amantes de la buena mesa. Estos hongos, también conocidos como rovellones, destacan por su textura firme y su sabor terroso, muy característico. Son protagonistas de guisos, revueltos y cazuelas en buena parte del norte de España. Entre quienes mejor los preparan está Karlos Arguiñano, que siempre ha defendido la cocina sencilla, con ingredientes de temporada y mucho cariño. Inspirándonos en su estilo, vamos a preparar unos níscalos al estilo Arguiñano, un plato reconfortante, lleno de aroma y tradición.

Ingredientes

Para cuatro personas:

Modo de preparación

  1. Limpieza de los níscalos
    Empieza retirando la tierra con un paño húmedo o un cepillo. Evita mojarlos demasiado, porque absorben agua con facilidad. Si alguno está muy sucio, pásalo brevemente por agua fría y sécalo enseguida con papel de cocina.
  2. Preparar el sofrito
    Pela la cebolla y los ajos y pícalos finamente. Corta el pimiento verde en trozos pequeños. En una sartén amplia, calienta un buen chorro de aceite de oliva a fuego medio. Añade la cebolla y deja que se poche unos minutos hasta que quede transparente. Incorpora el pimiento y, cuando esté tierno, suma los ajos picados. El olor del sofrito será la base del plato.
  3. Añadir los níscalos
    Cuando las verduras estén hechas, incorpora los níscalos troceados. Sube un poco el fuego y remueve con una cuchara de madera. Verás que sueltan parte de su jugo; eso es lo que aportará profundidad y sabor al conjunto.
  4. Dar sabor al guiso
    Espolvorea el pimentón dulce y remueve enseguida para que no se queme. Si quieres un toque más intenso, puedes añadir la guindilla. A continuación, vierte el vino blanco y deja que hierva unos minutos para que se evapore el alcohol y quede solo su aroma.
  5. Cocinar a fuego lento
    Baja el fuego y deja que todo se cocine durante unos diez o doce minutos. El objetivo es que los níscalos queden tiernos, pero con algo de firmeza. Prueba el punto y ajusta la sal y la pimienta según tu gusto.
  6. El toque final
    Justo antes de apartar del fuego, añade perejil picado y un chorrito de aceite de oliva crudo. Este detalle, tan propio del estilo de Arguiñano, redondea el sabor y aporta frescura.
  7. Servir y disfrutar
    Sirve los níscalos calientes, mejor en una cazuela de barro o un plato hondo. Acompáñalos con pan rústico para aprovechar la salsa o con unas patatas asadas si los usas como plato principal.

Puedes servirlos como tapa, guarnición o plato principal, y siempre serán un éxito en la mesa.

Información suplementaria

Tiempo de preparación: 30 minutos
Porciones: 4
Información nutricional: Aproximadamente 150 kcal por ración. Fuente natural de fibra, vitaminas del grupo B y minerales. Bajo en grasa.
Tipo de cocina: Española tradicional
Tipo de comida: Plato principal o guarnición de temporada