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Una guarnición especial: buñuelos de romanesco

Si quieres un rico bocado de verdura para tus platos de carne, no te pierdas estos buñuelos de romanesco. Anota los pasos.

Romanesco salteado con toque de limón

Romanescu crujiente a la cerveza

Espaguettis romanescu

  • Francisco María
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Los buñuelos de romanesco pueden ser una alternativa original como guarnición o acompañante de platos de carnes y pescado, en una mesa donde esta curiosa variedad de col podría estar también como elemento decorativo. Y es que el romanesco, o romanescu es uno de los vegetales de apariencia más hermosa, hasta el punto de que se utiliza en arreglos florales. Parece el resultado del cruce de una coliflor con un brócoli, realizado por un físico cuántico, por la disposición cónica de sus inflorescencias, que semejan una estructura fractal.

El romanesco no es un híbrido sino otra variedad de la col creada en Italia, y de la que se tiene conocimiento desde la primera mitad del siglo XIX. Por su parte España, donde comenzó a cultivarse durante la década de los 80 del siglo pasado, produce actualmente el 30% del romanesco que se consume en Europa.

Entre los beneficios que se le atribuyen está el de ser diurético, anticancerígeno, ser bueno para el sistema cardiovascular y rico en vitamina C, y en minerales como el potasio, el calcio y el fósforo. Se trata de un cultivo invernal y actualmente los mayores productores están en Italia, España, el sur de Inglaterra y la Bretaña francesa.

Ingredientes:

Cómo preparar los buñuelos de romanesco:

  1. Limpiar y cortar la cebolla en juliana. Colocar en una sartén un chorrito de aceite de oliva, y sofreír las cebollas agregando dos cucharadas de agua y unos 15 gramos de sal.
  2. Esperar a que reduzca, y de este modo se obtendrán cebollas caramelizadas. Reservar.
  3. Limpiar el romanesco eliminando hojas y ramas. Colocar los ramitos en una olla con poca agua, un punto de sal, y cocinar al vapor durante 10 minutos, hasta que estén bien blandos.
  4. Pasar el romanesco a un bol y aplastar con un tenedor o un pasapurés. Agregar los huevos, el cebollino cortado en trozos, las cebollas caramelizadas, la harina de trigo, la levadura y sal y pimienta al gusto.
  5. Añadir la leche y mezclar e ir mezclando bien, hasta que tenga la consistencia de puré.
  6. Calentar la sartén con un dedo de aceite de oliva e ir tomando y colocando porciones de la mezcla con dos cucharas, evitando que se unan o peguen mientras se frían. Voltear para que se doren por ambas caras y luego colocar en papel secante para eliminar el exceso de aceite.

Prepara estos buñuelos de romanesco, una guarnición especial y original que puedes acompañar con salsa de yogurt, agridulce, de tomate o tártara.