Recetas de cocina

Buñuelos de requesón caseros

A falta de unos poquitos días para que llegue la Semana Santa, los platos propios de esta festividad, invaden nuestras cocinas y mesas.

Elegir solo uno de ellos nos supondría un gran problema y, por ello, hemos decidido quedarnos con todos, eso sí…¡compartiéndolos con vosotros!

Nuestra primera propuesta consiste en una receta que todos conocéis y que, estamos seguros, os encanta; los buñuelos.

Y es que gracias a la variedad de estos pequeños, no nos cansaríamos nunca de comerlos. Los hemos visto salados (como estos de bacalao que, además, son sin gluten) y dulces (como estos otros de plátano), y hoy, tras tirar la moneda y caer ésta de canto, hemos optado por unir ambas posibilidades.

¿El resultado? Unos buñuelos que han provocado que deseemos que la Semana Santa no se acabe nunca…

¿Empezamos ya con estos riquísimos buñuelos de requesón?

Ingredientes:

Elaboración:

Comenzaremos poniendo en un cuenco la harina, la levadura, la canela, el azúcar glas y el azúcar avainillado. Reservamos.

En un bol añadimos los huevos y el requesón y batimos con unas varillas hasta obtener una crema homogénea.

Con ayuda de un colador vamos tamizando (encima de la crema) la mezcla de ingredientes secos que teníamos reservada (compuesta por la harina, la levadura, la canela y los dos tipos de azúcar). Removemos hasta que sea uniforme y todo quede bien integrado y mantenemos reposando durante un par de minutos a temperatura ambiente.

Echamos abundante aceite de oliva en una sartén y ponemos ésta a calentar a fuego medio-alto. Recomendación: Antes de incorporar la masa para que se fría, nos aseguraremos de que el aceite esté bien caliente, porque de lo contrario, los buñuelos se quedarán blandos y demasiado aceitosos. Bastará con dejar caer unas gotitas de crema.

Cuando el aceite esté caliente, iremos añadiendo, con ayuda de una cuchara, pequeñas cantidades de mezcla (aunque esto dependerá del tamaño que queramos darle a nuestros buñuelos) y dejaremos hasta que se doren por ambos lados. Consejo: Procurad no echar muchos buñuelos a la vez para que puedan freírse sin problema y no se queden pegados los unos a los otros.

Una vez listos, los sacaremos con una espumadera y los posaremos sobre papel absorbente de cocina para que eliminen cualquier exceso de grasa.

Los colocamos en un plato y espolvoreamos por encima con algo de azúcar glas (opcional).

Servimos calentitos.

¡Y ya tendremos estos deliciosos buñuelos de requesón!

Sugerencia: Si deseáis darle un punto más salado a vuestros buñuelos, podéis sustituir el requesón por algún tipo de queso en crema para untar o, si preferís mantener este ingrediente, retirad la canela y, al mezclar el requesón, añadidle un pellizquito de sal y alguna hierba como, por ejemplo, un poquito de orégano.

Como veis, podréis prepararlos como más os gusten y rellenarlos de todo aquello que se os ocurra y os apetezca.