Opinión

¡Viva el Grupo Mixto!

El episodio de Ábalos desembarcando en el Grupo Mixto del Congreso, ha sido objeto rápido de memes y chanzas que muchos han jaleado. Pero a mí, lejos de suponerme un desdoro recalar en el Grupo Mixto, me parece que es un triunfo de la democracia. La rebeldía frente a la dictadura de los partidos, de las listas electorales cerradas, el único y el último acto que tiene un diputado de defender la representación y su conexión directa con la ciudadanía. Y me da igual que se trate de Podemos, del ex ministro de Transportes, o de quien venga. Hace tiempo que creo debemos defender las cosas siempre y con el arraigo en algún valor que parece quedarse en el paladar de las bocas húmedas de las campañas electorales nada más.

Ese cajón de sastre donde se amalgaman minorías, disidentes, o represaliados, tiene la misma categoría parlamentaria, y para mí, más aún. Porque el diputado defiende por sí mismo su o sus escasos votos, no tiene paraguas ni disciplina de los portavoces del grupo, que ejecutan con ley de hierro las órdenes de los correspondientes líderes.

Jose Luis Ábalos se ha refugiado en el chiquero del Grupo Mixto para que no le empitonen la vida y una calle que ya le ha puesto el sambenito. Como uno cree en la presunción de inocencia, asiste sorprendido a la crucifixión de su propio partido político que, por cierto, maneja los estándares de la moral pública según momentos y oportunidades. En qué quedamos, con imputación, ahora investigación, con auto de procesamiento, en caso de responsabilidad política in vigilando o in eligenfi, que eso nos puede llevar hasta el infinito o más allá, o cuando hay gran presión mediática. El escaño es del diputado aunque sea en casos agónicos como el presente, y eso hay que valorarlo una y otra vez. Frente a la partitocracia, más Grupo Mixto. Y luego que sean otros los que decidan.

Habría que recordar también, para los que gustan tanto de las hemerotecas y esos sanedrines que se reúnen los lunes al sol en los comités de los partidos, que este político valenciano en su momento defendió a algún compañero de bancada cuando estaba el Tribunal Supremo nada menos investigando, y lo cobijo bajo el bien del partido y la presunción de inocencia. No sé qué pasará, pero que haya un Grupo Mixto donde los refugiados, donde los nómadas de la partitocracia, se puedan refugiar, para mí es un aire fresco. Porque creo en la democracia parlamentaria, en la representación política y no en los paredones del tiro en la nuca.