Tiempo de reflexión para la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarin

Infanta Cristina
Infanta Cristina

Surge la impaciencia por parte de demasiados medios de comunicación al demandar todos los días que se produzcan pasos trascendentales en la interrumpida relación matrimonial decidida por la Infanta Cristina y su aún marido Iñaki Urdangarín. Todos quieren saber ya si la pareja decidirá finalmente seguir junta o darán el paso de romper su matrimonio e iniciar un proceso de separación o divorcio. También exigen que se conozcan detalles de cómo llevan ahora la comunicación entre ellos, si es que existe esa comunicación, o si, por el contrario, se producen discusiones agrias y serios enfrentamientos entre Cristina e Iñaki, llenos de reproches por parte de la Infanta debidos a la publicación de las fotos de Urdangarin y su compañera de trabajo, Ainhoa Armentia, en actitud cariñosa.

Pero lo que no se tiene en cuenta es que, según ha expresado públicamente el abogado Pascual Vives que llevó la defensa de Urdangarin en el juicio del caso Noos, lo que se ha iniciado después de que el matrimonio se encontrara en el domicilio familiar de Ginebra es un tiempo de reflexión en el que ambos tendrán que decidir que hacer con sus vidas en este momento tan crucial. Iñaki tendrá que considerar si le merece la pena tratar de arreglar el desaguisado del que él es el principal responsable y tratar de recuperar su relación con su mujer actual, o si la relación con Ainhoa es tan fuerte como para tirar por la calle de en medio y apostar por una nueva vida con la contable alavesa.

Pero es importante saber que en todo este asunto, la pelota está en el tejado de la Infanta y su decisión es determinante a la hora de decidir el futuro no sólo de ella sino también de toda su familia. Personas que conocen muy bien a la Infanta aseguran que ella tiene una lista de prioridades a la hora de actuar de cara a ese futuro que se presenta ante ellos, después del acto desleal que ha protagonizado Urdangarin. Por delante de todo, ella pone a su familia y sus propios intereses están al final de esa lista. Algo que está en plena sintonía con las declaraciones de Pascual Vives al afirmar que “la Infanta es una persona extraordinaria y las personas que son así son capaces de hacer también cosas extraordinarias”.

La incógnita está, de momento, sin despejar. Los hijos, por lo que hemos podido comprobar, son unos chicos extraordinarios que han sabido mantener su buena educación ante el acoso y persecución a los que han sido sometidos por esos reporteros que tienen la orden de importunar hasta la extenuación a los personajes a los que tratan de arrebatar aunque sea una sola sílaba que justifique  su actitud y la exhiban como un trofeo. No hay manera de que acepten que eso que hacen con personajes que desde el principio afirman que no van a hacer declaración alguna es, en cierta manera, un gesto de acoso que nadie merece, en lugar del  respeto a la voluntad de mantenerse en silencio expresada con claridad.

 

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