Opinión

S&P señala el probable incumplimiento del objetivo de déficit

Standard and Poor’s (S&P), una de las más prestigiosas agencias de calificación crediticia, que otorga notas o rating a economías soberanas, subsoberanas y a distintas empresas, ha alertado del más que probable incumplimiento de los objetivos de déficit público por parte del gobierno de Sánchez.

Hace especial hincapié en el déficit de la Seguridad Social, que es preocupante. La Seguridad Social tiene una abultada deuda provocada por el continuo déficit, endeudamiento que se ha incrementado tras consumir la práctica totalidad del Fondo de Reserva y que no se detendrá ahí, sino que seguirá aumentando. Es verdad que en los últimos meses, por el incremento de cotizantes, ha conseguido obtener ligeros superávit, pero ya de nuevo cada vez más decrecientes.

Del mismo modo, S&P recuerda que la Comisión Europea le ha pedido a España que realice un ajuste en su gasto público de casi 7 décimas de PIB, equivalente a casi 8.000 millones de euros, para cumplir con el objetivo de déficit estructural, ya que la reducción que se ha producido en el déficit presupuestario se debe, en su mayor parte, a la coyuntura económica y, por tanto, en aras de la prudencia, es esencial que España reduzca estructuralmente partidas de gasto, para, así, mantenerse en una posición de equilibrio en los momentos bajos del ciclo económico.

Sin embargo, el nuevo gobierno va a basarse en un programa económico con un gasto tremendamente expansivo, a tenor de todas las medidas en él contenidas. Así, en el acuerdo hablan de acometer una serie de gastos que, como poco, elevarán la cifra de gasto en más de 12.000 millones de euros, tal y como se detalla a continuación:

Pues bien, a buen seguro que estos cálculos o unos similares son los que maneja S&P para decir que si se da marcha atrás en las reformas económicas, la probabilidad de que España incumpla los objetivos de estabilidad aumenta. Es cierto que la fragilidad del Gobierno puede hacer que no logre aplicar dichas medidas, pero si la coalición que ha investido a Sánchez se conjura para aprobarlas, saldrán adelante, con el quebranto económico inherente a las mismas.

De momento, S&P no rebaja la calificación crediticia de España, pero que haya emitido este comentario sin haberse conformado el Gobierno todavía es una clara muestra de la enorme preocupación que existe en el conjunto de instituciones con la deriva que puede tomar la economía española. El riesgo de esta política radical de izquierdas es claro y se empieza a señalar en el contexto económico, como sucede en este caso.