Sin llegar a los 100 días de gracia, este gobierno ya no hace ninguna
No han pasado siquiera 60 días desde que se formara este gobierno social-comunista e intuyo que la mayoría de los españoles ya hemos perdido cualquier esperanza de que los daños pudieran ser “relativos”.
Se me ocurrirían mil motivos con los que argumentar por qué ya no voy a respetar los 100 días de gracia: las cesiones a los nacionalistas, la mesa de la indignidad con el señor Torra, el aumento disparatado del gasto, el adoctrinamiento en materia de feminismo (yo prefiero llamarlo igualdad, aunque ese debate mejor lo dejamos para otro día) y así un largo etcétera.
Pero hoy me voy a centrar en lo que inevitablemente viene siendo el «monotema» de estas últimas semanas en general y de estos días en particular: el coronavirus.
Como principal titular destacaría que este Gobierno es tan irresponsable, tan egoísta y tan kamikaze que ha preferido anteponer sus intereses partidistas a los intereses generales. Ha priorizado lucir bien en la manifestación del 8M con modelitos morados de pies a cabeza (sí, guantes incluidos), frente a lo que debería ser la mayor responsabilidad de cualquier gobierno: proteger la salud de sus ciudadanos.
El domingo a mediodía, y confirmado por el propio doctor Simón, el Gobierno ya era consciente de que las cifras de contagios en Madrid estaban descontroladas y de la imprudencia que suponía mantener la manifestación del 8M. Aun así decidieron hacer oídos sordos y jugar con la salud pública, poniendo en riesgo a todos los asistentes y aumentando también las posibilidades de contagio de todos lo que decidimos no asistir. Como nota recordad que esos permisos dependen de la Delegación del Gobierno y que por tanto eran los únicos que podían cancelarla.
Por el contrario, la Comunidad de Madrid estuvo todo el fin de semana pidiendo endurecer las medidas preventivas, pero la respuesta del ejecutivo fue posponer las conversaciones al lunes. Y ahí sí, en ese momento, literalmente de la noche a la mañana, la situación da un giro de 180º grados y se toman medidas inmediatas y sin precedentes (cierres de colegios, aislamiento de residencias, etc.).
Pero ahora toca pensar en el hoy y en el mañana. Y me parece de justicia resaltar la lealtad con la que está actuando la oposición. Pongo a Madrid como ejemplo. En lugar de atrincherarse en el reproche y en la cesión de culpas, están trabajando con responsabilidad y perseverancia con el único objetivo de proteger el bien más importante que tenemos las personas: nuestra salud.
Y así también lo está haciendo el líder de la oposición, Pablo Casado. El presidente del Partido Popular se está comportando como un verdadero hombre de Estado. En lugar de estar señalando errores o buscando culpables, ha decidido remangarse para proponer soluciones y para llegar a pactos de Estado que intenten mitigar el impacto de esta crisis y, sobretodo, disminuir el tiempo de duración de la misma.
Ahora nos toca ser responsables a todos y respetar las recomendaciones institucionales y médicas.
Tiempo habrá de depurar responsabilidades y de señalar a aquellos que no han sabido estar a la altura de las circunstancias. Porque sí, no vamos a engañarnos, los ha habido.
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