Opinión

S’ha Acabat!

El cuatro de octubre de 2018 se presentaba en Barcelona S’ha Acabat!, una organización cívica formada por jóvenes catalanes que se presentaba ante la opinión publica haciendo un llamamiento a la unión de la ciudadanía en defensa de los valores y principios democráticos.

Quiero copiar en este artículo el texto completo del Manifiesto Fundacional que escribieron los jóvenes demócratas catalanes, porque nada mejor que leer sus propias palabras para reflejar su compromiso.

«La calidad democrática en Cataluña se ha deteriorado en los últimos años y, de manera especial, a partir de los sucesos acontecidos en el Parlament durante los días 6 y 7 de septiembre.

»Los años de proceso secesionista han sido un desastre social y económico para Cataluña y, en el momento actual, los procesos judiciales abiertos contra los principales líderes del ‘procés’ por su participación en el golpe institucional están siendo utilizados por el nacionalismo, que se pretende hegemónico, para hacer una interpretación victimista de los hechos, tratando de hacer pasar sus propias convicciones por las de toda nuestra comunidad. Para ello, el nacionalismo ha devenido de manera explícita en agresivo y se sirve de medios que vulneran las más elementales reglas democráticas.

»Los incontables ataques que han sufrido en los últimos tiempos las organizaciones constitucionalistas por parte de los autodenominados CDR y otros grupos amparados por la acción u omisión del Gobierno de la Generalitat y algunas administraciones locales suponen una vulneración de los derechos fundamentales de libertad de expresión y participación política. Es inaceptable que los ciudadanos constitucionalistas tengan que asumir riesgos por participar en la vida política.

»Los ciudadanos constitucionalistas de Cataluña estamos hartos de que la manipulada e hipócrita etiqueta de fascistas sea el paraguas bajo el que cobijar estas formas de fascismo: los nacionalistas tienen todo el derecho a refutar nuestras posiciones con argumentos, pero jamás mediante el acoso, insultos o amenazas.

»También merece nuestra reprobación la invasión del espacio público con simbología secesionista o progolpista. Supone una apropiación ilegítima de bienes que —es triste tener que recordarlo— son de todos. Respetamos, como no podría ser de otra manera, el derecho de quien lo considere oportuno a expresar las opiniones que quiera, pero las instituciones carecen del derecho a la libertad de expresión porque no pueden tomar partido; se deben a todos los ciudadanos. Y, por ello, lamentamos que sean los ciudadanos los que tengan que suplir la inoperancia de los poderes públicos en su obligación de garantizar que los espacios de todos sean, sencillamente, de todos.

»Especialmente grave es la pretensión de hacer del nacionalismo la doctrina única de los catalanes. A eso se le llama totalitarismo. Para combatir esa pretensión es imprescindible la máxima unidad de las entidades constitucionalistas y la consecución de un marco pacífico que permita su libre derecho de reunión y expresión en el espacio público. El cerco hostil al constitucionalismo pretende que se perciba a los que defendemos el sistema democrático de 1978 como ajenos a la voluntad del pueblo catalán. Así pues, es necesario lograr que la defensa de los valores constitucionales y los derechos democráticos se lleve a cabo con naturalidad y determinación, y sin ceder ni un milímetro frente al acoso y la intolerancia.

»En este contexto es imprescindible que los jóvenes alcancemos un mayor grado de implicación. Desde S’ha Acabat! asumimos nuestra responsabilidad porque creemos firmemente que la defensa del marco constitucional, que incluye también su reforma si es necesaria, contribuirá a dar solución a los problemas de los catalanes, especialmente de los más jóvenes. Y lo hacemos, no tanto porque nuestro bienestar económico dependa de las oportunidades laborales, para cuya existencia es fundamental un entorno con seguridad jurídica y estabilidad política, sino porque el debate identitario, nacionalista, conlleva una despreocupación por las políticas que realmente afectan a nuestras vidas y a nuestro futuro.

»Ahora bien, este no es sólo un compromiso de los jóvenes; nos corresponde a todos luchar contra la imposición del nacionalismo excluyente que quiere situar a la mayoría de los catalanes fuera del marco constitucional y democrático. Para ello, es preciso reforzar la unidad de acción y hacerlo de forma incansable y con determinación. En este sentido, “S’ha acabat!” ha nacido para:

Defender como principios de la ciudadanía el pluralismo político y social, los derechos democráticos y la Constitución española.
Promover un activismo cívico que normalice el discurso constitucionalista en Cataluña, denuncie con determinación las perversiones democráticas expuestas y trabaje para la unidad de acción entre las diferentes asociaciones que defienden los valores constitucionales.
Amparar y arropar a todas aquellas personas que sufren acoso por el único motivo de discrepar con el nacionalismo, así como a las que trabajan por una sociedad sin tabúes ni ideologías obligatorias.
Servir como punto de encuentro y debate para todos aquellos que están hartos del nacionalismo, sin que ello implique necesariamente compartir una misma afinidad política o partidista.

»Por todo ello, y ante la necesidad de frenar esta espiral de deterioro democrático, exclamamos, con determinación: S’ha Acabat!».

 

La pasada semana hemos visto – poco, la verdad, pues los medios del régimen sanchista han pasado de puntillas sobre el tema- los últimos ataques sufridos por estos chavales que dan la cara desde Cataluña en defensa de las libertades de todos los españoles. La batalla que se está librando desde ese rincón de España nos afecta a todos los ciudadanos, cualquiera que sea nuestra edad o nuestro lugar de residencia. La defensa del pluralismo político, del derecho a utilizar sin miedo ni restricciones el espacio público, de la libertad de expresión, el amparo a las personas que sufren persecución o acoso por utilizar la lengua común o por no ser nacionalista… no es cosa “catalana”, es asignatura obligatoria de todos los demócratas.

Cabe recordar que la lucha de estos chavales se asemeja mucho a la que llevaron a cabo generaciones de vascos que resistieron ante las amenazas de ETA y las exclusiones del nacionalismo obligatorio. Aquella lucha no se libró para defender a “los vascos” sino para defender la democracia, los derechos de ciudadanía de todos los españoles. Por eso quiero desde estas líneas agradecer su compromiso a los jóvenes de S´ha Acabat! y también hacer un llamamiento a todos los españoles para que, siguiendo su ejemplo, nos armemos de valor en defensa de una Nación que, como decía el artículo 2 de la Constitución de las Cortes de Cádiz, “es libre e independiente, y no es ni puede ser patrimonio de ninguna familia ni persona”.

La batalla que se está librando en España no va de modelo territorial de país; va de democracia o tiranía, de califatos o “Estado social y democrático de Derecho”, tal y como se establece en el artículo 1 de la Constitución de 1978. Hoy, a pocas fechas de que celebremos el cuadragésimo tercer aniversario de la Constitución, debemos recordar que sin Nación no hay Constitución; y que la unidad de la Nación es el instrumento imprescindible para garantizar la igualdad de los cuarenta y ocho millones de españoles que somos sus propietarios. Lo saben bien los enemigos de la España democrática y por eso se conjuran con Sánchez y su gobierno para destruir los lazos de ciudadanía que nos vinculan a todos los españoles.

Basta ya de silencios y de complejos. ¡Viva España! ¡Viva la Constitución! Y ¡Viva S´ha Acabat!