Opinión

Sánchez equipara el IVA de las mascarillas quirúrgicas al de un coche de alta gama

Este Gobierno es de una hipocresía insuperable: por un lado considera fundamental utilizar la mascarilla -más aún con la aparición de la variante Ómicron- y por otro pretende subir del 4% al 21% -como si fuera un artículo de lujo- el IVA de las mascarillas quirúrgicas (las otras, las FFP2 siguen en el tipo más alto). Hagamos memoria: el año pasado, el Ejecutivo se negó en un principio a bajar al 4% el IVA de las mascarillas quirúrgicas, con el falaz argumento de que la UE no permitía reducirlo. Al final, la presión pública le obligó a bajarlo, pero ahora pretende subirlo de nuevo, cuando la incidencia de contagios crece de forma casi exponencial. Y es que, entre la salud pública y hacer caja, el Gobierno se inclina por esta última opción. Es un escándalo que a partir del 1 de enero las mascarillas quirúrgicas suban, en primer lugar porque ya resulta una estafa que algo que es de uso obligado no sea gratuito, como ocurre en otros países, y en segundo, porque considerarlas un artículo de lujo (el que soportan los productos con el 21% de IVA) es una burla de proporciones siderales.

Lo del Gobierno con el IVA es de traca: su primer argumento es siempre mentir, como hizo el año pasado con las mascarillas quirúrgicas y también con el IVA de la luz. Se inventa que Bruselas impide reducir este impuesto y luego, cuando la UE le afea la patraña al asegurar que no hay ninguna norma comunitaria que prohíba aplicar el IVA reducido a determinados productos, se apunta el tanto del «escudo social». Ahora, con la aparición de la variante Ómicron, el Gobierno pretende volver a situar el Impuesto del Valor Añadido de las mascarillas quirúrgicas al mismo nivel que un coche de alta gama. Luego, eso sí, se dan golpes de pecho y van presumiendo de no dejar a nadie atrás. ¿Imaginan ustedes que esto los hubiera hecho un Gobierno del PP? Pues sí, en efecto, arderían las calles.