Opinión

En Rivas, si estudias en un colegio católico tienes que ir andando

Lo del Ayuntamiento comunista de la localidad madrileña de Rivas es el ejemplo más pedestre de sectarismo que uno pueda echarse a la cara. Ha puesto en marcha un proyecto denominado ‘En bus al cole’ para llevar las rutas escolares a todos los colegios del municipio, salvo uno, el Colegio Santa Mónica, situado en el Barrio de La Luna, que casualmente es católico. El 2 de octubre de 2023 comenzó este proyecto piloto en tres colegios del barrio, el CEIP Rafael Alberti, el CEIPSO La Luna y la CEM Hipatia, dejando excluido al colegio católico concertado Santa Mónica, a pesar de situarse entre 300 y 600 metros de los anteriores y pese a que la ruta escolar pasa directamente por la puerta del mismo.

A ese proyecto se han ido incorporando otros centros escolares del centro y del casco antiguo de la ciudad (Hans Christian Andersen, Las Cigüeñas, José Hierro y José Iturzaeta) y en abril, se sumaron los colegios El Jarama y El Parque. En resumidas cuentas: que ocho meses después del comienzo del proyecto, y cuando el consistorio ha anunciado que las rutas escolares llegarán a todos los colegios públicos de Rivas en el curso 2024-2025 con una inversión que asciende a 965.549,88€, el colegio concertado de orientación católica Santa Mónica es el único que ha quedado fuera del plan, en el que también está el concertado CEM Hipatia, una ciudad educativa municipal que paga un canon al ayuntamiento de 500.000 euros todos los años por la cesión de la gestión del centro adjudicada a la Fundación del Hogar y el Empleado (Fuhen), fundación de izquierdas.

Parece evidente, pues, que la exclusión del Santa Mónica tiene que ver con el hecho de que es católico. O sea, que en Rivas pagan impuestos los católicos y los no católicos, pero los autobuses escolares están vetados a los alumnos que reciben una orientación cristiana. Los del concertado Santa Mónica que vayan andando.