Opinión

¿Qué color tiene la ‘baraka’ de Feijóo?

La próxima semana, cuando ustedes me concedan la gracia de abrir y leer este semanal Palo Alto, habrá sido elegido Alberto Núñez Feijóo como nuevo comandante en jefe de las mesnadas populares, tras el fiasco cosechado durante tres largos años por el joven palentino Pablo Casado. La cita es, como todos saben, los días 1 y 2 en la inmortal ciudad de Sevilla. Llega Feijóo en las mejores condiciones objetivas desde el punto de vista partidario y en las peores como ciudadano consciente de este viejo y cuarteado país que todavía llamamos España.

El entusiasmo descriptible que se observa en la parroquia PP tiene que dejar paso a la celebración de un Congreso Extraordinario en el que, además de elegir a la nueva dirección, los compromisarios y sus técnicos tienen que mandar al pueblo un mensaje claro de competencia técnica (propuestas serias y realistas), determinación y honradez para sacar del atolladero en el que está el país de Sánchez. Digo que la baraka de Núñez Feijóo tiene color porque nunca un presidente de este partido -que ha gobernado la nación durante quince años y mantiene todavía un alto grado de poder institucional- llegó al puente de mando con tanta unanimidad general sobre un liderazgo.

Ahora tiene que restañar aún algunas heridas internas -menos de lo que pudiera creerse- y centrarse en las alternativas. ¿Qué alternativas? Todas aquellas que tienen que ver con la supervivencia de los españoles. Desde el precio de los productos básicos, la energía, el mantenimiento del poder de las pensiones, el trabajo de las nuevas generaciones, y una retahíla de temas y asuntos que el todavía presidente de la Xunta gallega conoce mejor que nadie.

Tengo para mí que este Feijóo casi tan hermético como su paisano Rajoy presentará un equipo con hechuras de gobierno, algo básico, porque ha ganado consecutivamente cuatro mayorías absolutas en su tierra, pero no es el Altísimo aparecido en forma de zarza ardiendo. Tiene hechuras de persona seria y rigurosa… Ahora hay que comprobar si ha desembarcado en Madrid un líder político con tintes de estadista.