Opinión

La obscena utilización del Papa por la izquierda agnóstica

Si utilizan al Papa Francisco, jefe de la Iglesia Católica en la que no creen, alguien me dirá, a bote pronto y no sin razón, que es porque el romano Pontífice se deja. Pudiera ser. Aun así, no deja de ser curioso que los mismos que presumen de agnósticos o descreídos, que atacan en sus discursos públicos todo lo que tiene que ver con la tradición española del catolicismo y todo aquello que tiene que ver con la fe religiosa (excepto si se trata de la fe islamista), en cuanto quieren tener su minuto de gloria piden hora al Vaticano para hacerse la foto con el Papa Francisco con regalos de los místicos españoles incluidos.

Primero fue la vicepresidenta que tiene a gala ser «comunista» y adora a los falsos iconos (dioses) de la izquierda mundial, Yolanda Díaz, los mismos que persiguen a curas, monjas y monaguillos, la señora que, al menos en dos ocasiones, ha ido a retratarse con Jorge Mario Bergoglio en sus aposentos privados del pequeño Estado vaticanesco.

Y, ¿para qué se subió al Falcon acompañada de conmilitones que presumen de ateos y se fueron a ver al Santo Padre que la acogió solícito y amoroso? Que se sepa para nada. Con la foto era suficiente como en su día Nicolás Maduro o algún otro de los represores. Algún malicioso recordará que un fin de semana en Roma, a gastos pagados por el contribuyente, bien vale unos minutos con el jefe de la Iglesia Universal.

Ayer mismo, Pedro Sánchez, incapaz de poner orden en su casa, corroída por la corrupción, en su Gobierno, carcomido por los disensos internos, huye de nuevo hacia la ciudad eterna en busca de la ansiada foto con el Pontífice so pretexto de recabar su ayuda para parar apoyos en busca de la paz en Oriente Medio. ¿Acaso no es conocida “urbi et orbi” la posición de Bergoglio al respecto? Lo que busca Sánchez, aconsejado por el último de sus 1.200 asesores, es salir en las teles con el Papas y el resto son mandangas. Al fin y al cabo, esa foto la vuelve a pagar el contribuyente español, muy cara por cierto.
¿Desconoce el Papa lo que está ocurriendo en España con la corrupción sanchista, por ejemplo, o la excarcelación apresurada de asesinos convictos y confesos? No creo. ¿Desconoce acaso las auténticas intenciones del primer ministro español para ir en su busca? Imposible. Solo se le ocurre al columnista pensar en el pasaje evangélico que habla del gozo de reencontrar a la oveja descarriada…Lo otro es pensar muy mal.
Y siendo Papa…