Opinión
Yolanda Díaz y su “Estatuto de la información”

La nueva inquisición y cómo quemar en la hoguera la libertad de expresión

Una prensa incómoda deja de serlo cuando los «dictadores» de este tiempo la aniquilan, la anulan. Para algunos es clave poner en la diana a los medios y a l@s periodistas que se ponen delante de un micrófono, de una cámara o de una página en blanco dispuestos a informar desde la libertad de expresión y la libertad de prensa.

Y el momento de comunicación totalitario ha subido de tono. El nuevo objetivo es quemar en la hoguera a las mujeres y hombres periodistas «brujas» y «brujos» de la información que incomodan.

¿Y qué ejemplos tenemos de restricciones a la libertad de expresión en el mundo? ¿Quiénes las lideran hoy, en este siglo XXI?

Nombres como Putin (Rusia), Ortega (Nicaragua), Viktor Orbán (Hungría) y Chávez durante su mandato (Venezuela), entre otros.

Hoy en color, Yolanda Díaz, líder de la coalición de dieciséis partidos que se llama Sumar propone la creación de un Estatuto de la Información y un Consejo Estatal de Medios Audiovisuales para regular y supervisar el sector.

El primer paso es silenciar la voz del pueblo anulando la voz de l@s periodistas incómodos con ese Ministerio de la Verdad que decide que es veraz o no.

Dado este primer paso, y si nos fijamos en los modelos espejo en otros países totalitarios donde esta inquisición se presenta implacable, vendrá el segundo. Anular a todo rival político, que según esta nueva inquisición de la libertad de expresión considere que no sólo lo que se cuenta no es verdad, sino que además atenta contra la seguridad del país. Es entonces cuando la Fórmula Ortega-Murillo (Daniel Ortega, presidente de Nicaragua y su mujer Rosario Murillo, vicepresidenta) encarcelan a todos los candidatos de la oposición. Silenciada la prensa, silenciado el pueblo y silenciados l@s candidatos, la libertad y la democracia no existen. Es momento de elegir cómo llamamos esta operación espejo hoy en forma de propuesta de la líder de Sumar, Yolanda Díaz.

Analicemos algunos datos:

En la clasificación mundial de la libertad de prensa de Reporteros sin Fronteras cierra la lista de 180 países como el país con menos libertad de prensa Corea del Norte. En el 172 tenemos a Cuba, la posición 158 es para Nicaragua  y el puesto 159 es ocupado por Venezuela.  164 es Rusia, 165, Turquía y 166, Egipto . Estos son algunos ejemplos donde es difícil el ejercicio de la libertad de expresión.

Esta clasificación podría ser en breve para los defensores del Estatuto de Información un ejemplo de fuente no fiable (Reporteros sin Fronteras) y crearán un Mis reporteros sin fronteras. Una especie de CIS periodístico-teledirigido donde sólo su verdad será válida para el resto de los mortales.

Nicaragua:  Entre 160 y 200 periodistas están en el exilio. El cierre de medios de comunicación y ausencia de periodismo independiente es la norma.  Un informe de la ONU concluyó en 2018 que Daniel Ortega y Rosario Murillo cometieron crímenes de lesa humanidad en la represión de 2018.

Algunas de las tácticas como veremos son compartidas por varios regímenes autoritarios. Desde el encarcelamiento al hostigamiento de los periodistas.

En España hace muy poco veíamos como un partido político publicaba vídeos donde aparecían medios de comunicación y periodistas en la diana. En ese vídeo reconocemos a Eduardo Inda, Ana Rosa Quintana, Vicente Vallés, Carlos Herrera y Jiménez Losantos, entre otros.

Entonces Yolanda Díaz formaba parte de ese grupo político, Podemos. Y este punto nos lleva al centro del análisis. El encarcelamiento político de periodistas. La búsqueda de fórmulas para desacreditar, para bloquear o dificultar sus comunicaciones, para exponerles públicamente en un juicio sumarísimo con la intención de anular su voz, son algunas de las tácticas.

Venezuela: el Congreso  de Chávez aprobó leyes que permitían suspender medios de comunicación que «incitaran a quebrantar el orden público o que fueran contrarios a la seguridad de la nación». El chavismo tiró de manual para silenciar a los críticos.

Patricia Poleo, una importante periodista de investigación, sufrió amenazas en Venezuela. Estados Unidos le concedió asilo. Fue detenida durante un viaje a Perú porque había una notificación que la acusaba de asesinato. Más tarde el principal testigo confesó que «le habían pagado para que se inventase el testimonio».

Rusia: Según detalla Amnistía Internacional, y publicó la prensa de todo el mundo, desde el 4 de Marzo de 2022, recién iniciada la guerra de Ucrania, Putin aprobó una legislación que limitaba la libertad de prensa. Las claves: «Difundir falsa información sobre las Fuerzas Armadas Rusas» (artículo 207.3 del Código Penal) y «desacreditar» a las Fuerzas Armadas Rusas desplegadas en el extranjero (artículo 20.3.3 del Código de Delitos Administrativos). Toda persona en la diana, acusada de cometer estos delitos, se enfrenta a multas importantes o a cumplir 15 años de prisión. No sólo fueron detenidos periodistas en los 3 días siguientes.

Egipto: Un paso más, el que dio el Presidente de Egipto, Abdelfattah el-Sisi. Personas encarceladas por escribir en Twitter críticas al gobierno.

Hungría: Viktor Orbán corrompió a los magnates de los medios privados de comunicación con sobornos y publicidad gubernamental.

Singapur: Durante muchos años fue líder de este país Lee Kuan Yew. Sus sucesores, en el año 2.000 pusieron en marcha «el rincón del orador». Los oradores podían disertar sin ser arrestados. Antes tenían que cumplir unos requisitos. Registrarse ante la policía y esperar el permiso. Su discurso es grabado para su posible uso en juicios. No podían utilizar altavoces, ni insultar a autoridades ni hacer «gesticulaciones excesivas».

Todo líder que sugiera esta inquisición de la libertad de expresión, del color que sea, de la ideología o culto a la personalidad del líder que represente debería ser denunciado por los periodistas al unísono y también por la ciudadanía en general. Líderes que se disfrazan de demócratas con un interior dictatorial comparten con el mundo antes o después cuando deciden quitarse la máscara. Ya hemos visto algunos ejemplos de líderes, de países, de sociedades y el resultado de este tipo de propuestas. El día mundial de la libertad de prensa podría ser sustituido por Mi día Mundial de la inquisición.

Julián Reyes es experto en Liderazgo, coach en Comunicación y autor de ‘Habla Como Un Líder’ y ‘Método Zelenski’