El ‘milagro económico’ de Sánchez: hacia la cartilla de racionamiento
Lo nunca visto desde hace décadas: el Gobierno socialcomunista ha modificado la Ley de Ordenación del Comercio Minorista para permitir a los establecimientos comerciales limitar las unidades máximas por artículo que puede adquirir cada comprador. Decían que no había problemas de abastecimiento, pero la medida adoptada demuestra exactamente lo contrario. Hasta la modificación de la ley, la decisión de algunos supermercados de limitar el número de botellas de aceite de girasol o envases de leche que podían adquirir los clientes era ilegal, pero a partir de ahora se ajusta a la nueva normativa. Antes, la ley establecía que «los comerciantes no podrán limitar la cantidad de artículos que pueden ser adquiridos por cada comprador ni establecer precios más elevados o suprimir reducciones o incentivos para las compras que superen un determinado volumen». Ahora, queda así: «Excepcionalmente, cuando existan circunstancias extraordinarias o de fuerza mayor que lo justifiquen, los establecimientos comerciales podrán suspender con carácter temporal la prohibición prevista en el apartado 2 de limitar la cantidad de artículos que puedan ser adquiridos por cada comprador». Más claro, agua.
El Gobierno que iba a llevar a España a las cotas más altas de progreso, el que nos colocaría en la vanguardia del futuro, limita la venta de productos para evitar el desabastecimiento. El milagro económico de Sánchez era esto. Salvando las distancias, así empezó Nicolás Maduro y terminó con las cartillas de racionamiento. Hace una semana, no pasaba nada, estaba todo controlado, el Gobierno garantizaba el abastecimiento y España funcionaba con total normalidad, pese a los ligeros «desajustes» provocados por el paro de los transportistas. Hoy, el Ejecutivo, desbordado e incapaz de frenar la brutal escalada de precios, recurre a medidas excepcionales propias de situaciones de emergencia nacional. Blanco y en botella: la leche es sólo un síntoma deterioro de la incapacidad de un Gobierno superado por la realidad. A remolque siempre de los problemas, la «España feliz» que vendió Pedro Sánchez era un cuento.
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